Eusebio Cáceres constituye pese a su juventud (20 años) la mejor opción de podio de un equipo español que llega a Estambul sin más pretensiones que eludir un "rosco" en los Mundiales en pista cubierta, una competición "no estratégica" para la Federación Española en un año olímpico. La acreditada calidad del atleta de Onil, unida a la circunstancia de que su prueba, el salto de longitud, no ha ganado un nivel exagerado este invierno, se conjugan para señalar al discípulo de José Antonio Ureña como el mejor situado, entre los veinte, para dar un éxito a España.

Cáceres es consciente de que llega a Estambul en buena forma, muy cómodo en marcas que rondan los ocho metros (8,01 en Antequera), y se propone mejorar en el Atakoy Arena su marca personal bajo techo (2,08, del año pasado) en una prueba cuyo desenlace resulta impredecible por la igualdad entre los contendientes. Si lo consigue, Cáceres debería estar en la lucha por las medallas. El primero del ránking mundial del año, el ruso Aleksander Menkov, tiene 8,24. Es su récord personal, conseguido el 5 de febrero, y no ha competido desde entonces.

España obtuvo tres medallas, las tres de plata, en los Mundiales anteriores (Doha 2010), pero Sergio Sánchez (3.000) y Natalia Rodríguez (1.500) no están en Estambul. Sólo ha venido Ruth Beitia, que se dispone a cerrar su carrera en pista cubierta en sus séptimos mundiales sin esperanzas claras de obtener la que sería su tercera medalla en el torneo, ya que también tiene un bronce (Moscú 2006).

En parecida situación, por lo que toca a opciones de podio, se encuentra Concepción Montaner. La valenciana, que acarició el bronce en la final de longitud de Moscú 2006, donde fue cuarta con 6,76, piensa que está capacitada para mejorar su récord personal bajo techo, que data de 2003 (7,78). Si es así, podría estar en la pelea.

Casi todos los 20 españoles presentes en Estambul coinciden en fijarse como objetivo real la mejora de sus marcas personales, tal vez conscientes de que las medallas están lejanas. El equipo español ha llegado sin la tensión de otras competiciones. A diferencia de otros campeonatos, no hubo cámaras de televisión, ni micrófonos, ni periodistas en el aeropuerto de Barajas para recoger las impresiones de los atletas en la partida.

Hablando del medallero, casi nadie espera nada en estos Mundiales, que podrían ser los terceros en los que España regresa sin metales en quince ediciones. Sólo en París 1997 y en Budapest 2004 se han registrado "ceros" para España.

El chino Liu Xiang, la rusa Yelena Isinbáyeva y la etíope Meseret Defar, tres atletas que han sido campeones olímpicos y mundiales y han batido récords del mundo, prestarán su carisma a los Mundiales en pista cubierta, el único torneo atlético universal antes de los Juegos Olímpicos de Londres.

De viernes a domingo, el Atakoy Arena de Estambul, una de las piezas de su proyecto olímpico para 2020, congregará a 686 atletas de 172 países (cifra récord, superando los 147 de Valencia 2008).

La figura de Isinbáyeva, icono del atletismo femenino mundial, emitirá un fulgor especial sólo dos semanas después de haber reanudado en Estocolmo, con un salto de 5,01 metros, su colección de récords mundiales de pértiga que permaneció durante dos años atascada en 27. Liu Xiang, que lo fue todo en las vallas altas -campeón olímpico y mundial de 110, así como plusmarquista- antes de sufrir una grave lesión precisamente cuando se disponía a defender su corona olímpica en Pekín, se enfrenta al reto de mantener la motivación pese a que su eterno rival, el cubano Dayron Robles, se ha borrado de la lista.

La etíope Defar, gran favorita en 3.000 metros, es la única de todos los participantes que aspira a obtener un quinto título consecutivo. Si lo consigue, será la primera mujer que lo hace en la historia de los Mundiales bajo techo.

Defar lo tiene todo a su favor: es la actual campeona, la vigente plusmarquista mundial y la número uno del ránking del año con la marca de 8:31.56 que acreditó en Birmingham.