Una vez logrado sobradamente el objetivo marcado por el club, la permanencia en la categoría, Inzamac Zamora encara la recta final de la liga en el Grupo A de la Primera División de Balonmano con un sueño al alcance de su mano: disputar la fase de ascenso a División de Honor Plata como campeón o subcampeón de su liga. Un reto impensable a principio de temporada y que dependerá del resultado que cosechen los pupilos de García Valiente en las últimas cinco jornadas de campeonato.

Pese a que la posición que ocupan los zamoranos en la tabla (segundos) otorga una alta probabilidad de éxito a Inzamac en su lucha por la gloria, las más de doce millones de combinaciones de resultados posibles en la lucha por el ascenso carecen del contexto adecuado que exprese la dificultad de la tarea. No en vano, las matemáticas y el deporte no van normalmente unidos de la mano.

Por ello, «los guerreros de Viriato» deberán dejar a un lado la calculadora y hacer valer su estilo de juego en las cinco duras batallas que separan a C.B. Zamora de conseguir un nuevo hito en su corta historia. La intensidad, la concentración y, sobretodo, la ambición mostrada por el equipo, serán armas necesarias en esta lucha desigual.

Una guerra claramente marcada por dos factores, la clasificación y el calendario liguero, que permiten a otros aspirantes al éxito poner en jaque la segunda plaza de Inzamac.

La tabla señala al líder, BM Porriño (33 puntos), e Inzamac Zamora, (31 puntos) como los dos principales candidatos pero otros cuatro equipos cuentan con opciones para adueñarse del sueño del cuadro del Duero: Paraxe Construcciones, Ademar B, Magope Seis do Nadal y Calvo Xiria.

Si bien es cierto que BM Porriño e Inzamac son los únicos que dependen de sí mismos, ambos conjuntos tienen por delante tres duelos ante rivales directos. El cuadro pontevedrés recibe esta semana a Calvo Xiria y, una jornada más tarde, a Inzamac, visitando a continuación la cancha de Coia; mientras, los zamoranos acuden este sábado a casa de Paraxe y en sus siguientes salidas tendrán que viajar hasta la pista de BM Porriño y Ademar de León. Sin duda, los pupilos de Eduardo García Valiente cuentan con el calendario más complicado de todos.

También será difícil alcanzar la gloria para Calvo Xiria y Magope Seis do Nadal. Los de Carballo solo tienen dos duelos directos en su recta final, pero son los que menos puntos tienen (25) y si pierden ante el líder quedarán definitivamente descolgados. De nada valdrá ganar el resto de encuentros incluido el choque ante Ademar B. Por su parte, el conjunto vigués se medirá a Chapela y BM Porriño en este final de temporada. Magope jugará con el factor cancha a su favor, pero no puede permitirse fallo alguno pues cuenta con 26 puntos.

Quienes parecen contar con muchas opciones son Paraxe Construcciones y Ademar B.

El bloque de Chapela está a solo dos puntos de los puestos de privilegio y recibe esta semana a Inzamac, por lo que podría recuperar el terreno perdido y no le sería difícil mantener las distancias. Solo Magope parece lo suficientemente fuerte para entorpecer su camino.

Ademar también cuenta con serias opciones, pues a pesar de ser cuarto con 27 puntos, tiene el mejor calendario entre los favoritos. Calvo Xiria e Inzamac Zamora serán sus mayores obstáculos y, en ambos casos, el filial leonés jugará en casa con rivales que podrían jugarse solo el orgullo.

Para los «guerreros de Viriato», la clave para hacer su sueño realidad pasa por no fallar en el «Camba» ante BM Cangas y SAR Redondela y sumar puntos lejos de Zamora.

Si Inzamac lograra ganar a Paraxe este fin de semana, los hombres de García Valiente llegarían con opciones a la última jornada. Dejarían a los de Chapela a cuatro puntos más golaverage, por lo que ganando los duelos en casa todo dependería de la trayectoria tomada por Ademar B, que de vencer en todos sus duelos, disputaría el segundo puesto con los zamoranos en la última jornada.

Un empate ante Paraxe también podría ser suficiente, y una derrota haría obligatorio ganar a Porriño en la siguiente salida. Un encuentro en el que, de no haber fallado, los pontevedreses podrían cantar el alirón.

Si dejara de depender de si mismo, Inzamac deberá no desfallecer y esperar que Magope y Xiria le echen una mano en busca de un logro que, pese a estar cerca, es un sueño y, como tal, será difícil de cumplir.