José Eulate Álvarez (10-5-1955, Salamanca) y Juan José Rojo Martín «Pacheta» (23-3-68, Sala de los Infantes, Burgos) recordaron ayer viejos tiempos en el mundo del fútbol en el Centro Social que Caja Rural inauguró hace pocas fechas en Zamora y lo hicieron con una charla-coloquio organizada por los veteranos del Zamora Club de Fútbol.

Ambos completaron las conferencias que el lunes pasado dieron Toñete y Juan Carlos y lo hicieron ante unos veinte espectadores de los que la mayor parte eran veteranos del equipo rojiblanco (Dela, Víctor Oterino, Domingo, Pepe, Santos, Rogelio, etc.), aunque también se pudo ver por la sala al ex vicepresidente de la actual junta gestora, Maximino Martín, al ex jugador del Zamora José Luis o al presidente del Club Amigos del Duero, Ito. Todos ellos siguieron con atención las explicaciones que tanto Eulate como Pacheta ofrecieron durante algo más de una hora de charla que estuvo moderada por Fernando García (Onda Cero).

Eulate, además de coincidir con el zamorano Dela en el Albacete en Segunda División B, fue uno de los futbolistas que formó parte de aquel Betis que ganó la final de la Copa del Rey al Athletic Club de Bilbao en una tanda de penaltis interminable; además de jugar en el conjunto bético, también perteneció a otros clubes como el Recreativo de Huelva, Levante y Ponferradina donde cerró su ciclo como futbolista para después pasar a entrenar a Bembibre, Endesa, Ponferradina y La Bañeza; en la actualidad está ligado a los veteranos del club berciano.

Por su parte, Pacheta comenzó militando en el Numancia para acto seguido pasar por el Burgos, Marbella, Mérida y Espanyol para concluir su carrera deportiva nuevamente en el conjunto soriano entre las temporadas 1999 y 2004. Después de tres años como director deportivo del Numancia y haber sustituido en el banquillo a Kresic en el año 2009, durante la pasada semana firmó como técnico del Real Oviedo, equipo en el que debutó con una victoria frente al Eibar que permite al cuadro asturiano coger un poco de aire en la zona baja de la clasificación del Grupo II.

Eulate, además de ofrecer un recorrido por sus vivencias futbolistas, comenzó recordando como en sus inicios se levantaba muy pronto para ir a entrenar a las siete de la mañana. «De casa ya bajaba las escaleras dando patadas al balón para hacer su control. No nos importaba para nada que hiciese frío o que incluso nevase para entrenar, ahí estábamos con toda la ilusión del mundo», señalaba un Eulate que reconocía que «esto ahora nos sirve para recordar que ya somos mayores. En el fútbol hemos hecho muchos amigos, además de habernos divertido con esta profesión que es maravillosa».

Sobre el deporte rey reconocía que «el fútbol ha cambiado muchísimo en infraestructura, en el dinero que mueve, en la profesionalidad que existe y que a lo mejor no favorece a que salga gente de la cantera como pueden ser los casos de la Ponferradina y del Zamora. Las tácticas también han cambiado y ahora hay más defensas que delanteros, es impensable que ahora pongan a 5 hombres arriba y a tres abajo».

«De los inicios, cuando más dificultades tenía y había que entrenar en no muy buenas condiciones guardo buenos recuerdos, al igual que cuando estuve en la Ponferradina en Tercera División o cuando pasé al fútbol más profesional en el Levante, Betis y Albacete. Podía hacer lo que más me gustaba como mi profesión. Y como no, aquella final que ganamos de la Copa del Rey es un recuerdo que no se puede borrar como tampoco se me olvida el gol que le acabamos haciendo al Milán cuando jugamos la Recopa», señaló Eulate.

Por su parte, Pacheta reconoció que «soy partidario de todas las renovaciones que pueda haber en el fútbol para su evolución, pero siempre y cuando el deporte no pierda su esencia. Soy un gran defensor del fútbol en comparación con cualquier otro deporte. Ahora el fútbol es mejor que hace 30 años, es más completo porque también hay más medios para practicarlo. No me cabe duda que está evolucionando para mejor, aunque luego hay cosas que no entiendo como la de que los entrenadores no podamos tener a nuestra disposición a todos los jugadores de la plantilla a lo largo de un partido y que podamos hacer todos los cambios que queramos, como lo hacen en balonmano. Pienso que con este se favorecería muchísimo el ritmo del juego».

Sobre su actual puesto de entrenador del Real Oviedo, Pacheta destacó que «en la última semana ha cambiado mi vida de arriba a abajo, no se puede pedir más porque encima debuté con victoria en una categoría dura y competitiva. Mi misión está en que el jugador sólo piense en el siguiente partido, no podemos fijarnos en nada más allá. Una vez que seamos competitivos, seremos un equipo muy difícil de batir pero en cuanto bajemos la intensidad, nos podrá ganar cualquiera. Ojalá que tanto el Oviedo como el Zamora se salven pero el final de Liga va a ser muy duro».