GCE Villaralbo: José Luis, Bastida (Israel, m. 76), Jorge (Pablo Gallego, m. 84), Félix, Vilarchao, Obispo, Diego, Fran Bea, Gustavo, Mato y Ramón (Eloy, m. 76).

Real Ávila: Félix, Gonzalo, José María, Coque, Pablo, Rivas (David, m. 39), Toño, Jaime, Lason (Barrera, m. 86), Piru y Emilio (Mario, m. 76).

Goles: 0-1: m. 66, Coque; 1-1: m. 87, Diego; 2-1: m. 88, Gustavo.

Árbitro: Gigon Péñas (Delegación vallisoletana). Auxiliado en las bandas por Díez Gutiérrez y De la Fuente Ramos, amonestó con cartulina amarilla a los locales Obispo, Diego y Vilarchao; y a los visitantes Félix, Gonzalo, José María, Piru y Toño (2A, m. 90). Expulsó de forma directa al técnico visitante (m. 19).

Incidencias: Partido disputado en la Ciudad Deportiva Fernández García ante cerca de 230 aficionados.

El GCE Villaralbo se adjudicó los tres puntos en juego ayer en la Ciudad Deportiva Fernández García ante el Real Ávila al conseguir remontar en apenas dos minutos el 0-1 con el que los visitantes encaraban el tramo final de partido.

Épico. Ese es el adjetivo que podría definir a la perfección el desenlace del choque jugado ayer por los pupilos de Rubén De la Barrera, que esperaron hasta el momento en el que ya parecía imposible para vencer a su rival. Y es que, si bien este triunfo sabe el doble de mejor tras la angustia sufrida durante la segunda mitad sobre el césped por los zamoranos, bien pudieron doblegar sin apuros a un Real Ávila cuya defensa hizo muchas concesiones y mereció alcanzar el descanso con algún gol en su contra en el electrónico.

Arrancó la contienda con el GCE Villaralbo llevando la batuta del partido. Marcando un ritmo alegre, sin pausas, los locales buscaron desde los primeros instantes la meta rival.

Fran Bea abrió el capítulo de oportunidades para el once anfitrión. A los cinco minutos de partido efectuó ejecutó un libre directo desde la frontal abulense que obligó al meta Félix a su mejor esfuerzo para enviar el cuero lejos de la portería.

Una meta que no perdió de vista el GCE Villaralbo en los siguientes minutos, aunque sus intentos por anotar fueron en vano. Ni Mato ni Gustavo, en un par de jugadas bien elaboradas, o Vilarchao en un córner, golpearon el cuero hacia los tres palos y sólo Ramón, en dos intentos de pase que golpeó mal, hizo intervenir sin apuros al meta del Real Ávila.

Un cuadro, el abulense, que durante la primera mitad se mostró muy flojo en defensa y desaparecido en ataque ya que, durante este primer asalto, sólo se acercó al marco defendido por José Luis en tres ocasiones. La más peligrosa en el último minuto de la primera mitad, pero al igual que las dos anteriores, la jugada acabó siendo intrascendente.

El cuadro de Rubén De la Barrera saltó con la misma intensidad que al inicio tras el descanso, sin embargo, fue incapaz de atacar de forma incisiva a la débil defensa de un Real Ávila que, poco a poco, iba discutiendo la posesión del esférico a los locales y que, sin crear apenas peligro, se adelantó a los quince minutos en el marcador.

Todo sucedió cuando en un saque de esquina el balón sobrepasa el área chica y el cuero llega al segundo palo donde Coque, libre de marca, solo tiene que poner el pie para anotar a placer.

El gol fue demasiado castigo para un GCE Villaralbo que, durante el siguiente cuarto de hora, pecó de la misma falta de definición en el área rival. Ni el carrusel de cambios parecía poner fin al poco mordiente local, que se disipó a falta de diez minutos, cuando los zamoranos pasaron a atacar de forma directa.

Un estilo que tuvo su premio en el minuto 87 ya que, una falta sacada por Mato desde la banda derecha del ataque local era peinada por Diego a las mallas, anotando el 1-1.

De verlo todo perdido, de pedir más tiempo, se pasó a saborear un punto que parecía el peor de los males, pero el Real Ávila se había hundido y su defensa aún tuvo tiempo de cometer el enésimo fallo de la tarde. Apenas medio minuto después, la zaga abulense se comió un cambio de orientación de Mato y dejó el balón a los pies de un Gustavo que, de puntera, batió a Félix por bajo y firmó un triunfo épico que mantiene a su equipo en la zona noble.

Satisfecho y muy orgulloso del esfuerzo de sus jugadores al término del encuentro, Rubén De la Barrera no dudaba en indicar que el camino a seguir para mantenerse dentro del grupo de equipos que disputarán el play-off de ascenso a Segunda División B es mirar hacia arriba.

«Para mantener el cuarto puesto hay que mirar hacia arriba, hacia el primer lugar de la clasificación. Está claro que no es un objetivo prioritario llegar hasta allí, pero no podemos mirar cada día que hace el quinto clasificado; es un error. Hay muy buenos equipos por detrás nuestro y para mantener a raya al quinto clasificado debemos querer alcanzar a los primeros de la tabla». indicó el técnico del GCE Villaralbo.

Sobre el duelo, Rubén de la Barrera elogió la «madurez psicológica» que mostraron los suyos para resolver ya que su equipo «generó mucho fútbol y creó muchas ocasiones pero no supo aprovecharlas en la primera mitad. Hay días que cuesta más, pero lo importante es generar esas ocasiones, incluso bajo el estrés de ir perdiendo, como tras el descanso».