El Barcelona sumó su decimoquinta victoria consecutiva (0-3) en la Liga y, de paso, vengó la derrota que en la primera vuelta encajó en casa frente al Hércules, en un partido que dominó desde los primeros compases, aunque no sentenció hasta los instantes finales del choque.

Pedro Rodríguez abrió el marcador cerca del descanso y Lionel Messi marcó por partida doble para sentenciar el partido en su recta final, ante un Hércules que apenas le puso en aprietos, para lograr el decimoquinto triunfo consecutivo, igualando el récord del Real Madrid de Alfredo Di Stefano la temporada 1960-61.

El Barcelona tenía la lección aprendida de lo sucedido en el Camp Nou en la segunda jornada de Liga y desde el primer minuto puso cerco a la portería alicantina en busca del gol que abriera el marcador y echara abajo la resistencia del cuadro local.

En un cuarto de hora, Messi, en un par de oportunidades, y Pedro probaron fortuna, pero no acertaron a batir al meta Calatayud; y eso dio pie a que el Hércules fuera fortaleciendo su moral.

Los alicantinos tenían muchas dificultades para tener el balón en sus pies, pero poco a poco supieron frenar mejor las acometidas del Barcelona, que, por su parte, seguía controlando el partido, pero con las ideas menos claras.

Y eso lo aprovechó el Hércules para dar un zarpazo por medio de David Trezeguet, quien en boca de gol remató fuera cuando la grada ya casi cantaba gol.

Los minutos iban cayendo sin que los de Guardiola consiguieran superar la maraña defensiva de los locales, hasta que, por sexto partido consecutivo, apareció Pedro para marcar cuando el primer tiempo tocaba a su fin.

Xavi vio al canario abierto en el área y el canario batió a Calatayud de un fuerte chut. Celebró el gol con rabia, porque el Hércules se le seguía resistiendo al Barcelona como en la primera vuelta.

Tras el descanso, y pese a tener ya ventaja en el marcador, el Barcelona salió a finiquitar el choque. Como en la primera mitad, el dominio azulgrana fue abrumador. Antes de que se hubieran cumplido cinco minutos, David Villa y Xavi rondaron el segundo tanto.

Un gol que llegó a anotar Pedro, aunque le fue anulado por fuera de juego. Y a todo esto, Messi demostraba ganas de marcar, aunque sin fortuna, por mucho que lo intentara de todas las maneras posibles.

El dominio del Barcelona era el habitual en sus partidos y sólo le faltaba concretar sus ocasiones en gol ante un Hércules que ofensivamente sólo asustó en un disparo de Nelson Valdez que capturó Víctor Valdés sin problemas.

Y como sucediera en la primera mitad, el gol del Barça llegó en los últimos minutos y por partida doble. Con el Hércules ya con un hombre menos, por la expulsión de Javier Farinós, Messi encontró el camino del gol, primero en una acción individual, a cuatro minutos del final, y luego tras un centro de Dani Alves, cuando quedaba un minuto para la conclusión.