-Fuiste el gran sacrificado tras la derrota frente al Caudal.
-Y encima no salieron las cosas como esperábamos.
-Cuando volviste a saltar al terreno de juego frente al Osasuna, el equipo tuvo otro aire.
-A lo mejor es que íbamos ya un poco a la desesperada, contra corriente y las cosas salieron adelante un poco mejor pero no quiero decir nada.
-¿Entendiste tu suplencia o te la explicó el míster?
-La entendí (sonríe). Son decisiones del entrenador y éstas son totalmente respetables porque es él quien tiene la última palabra.
-Llama la atención que alguien como Iker Torre que llevaba cinco goles consecutivos y que era la única referencia ofensiva del Zamora, se quedase sentadito en el banquillo.
-El míster quería jugar de otra manera buscando más la velocidad y las acciones por las bandas, algo que yo no tengo. -Liceranzu reconoce que esta prueba le ha salido mal y todo apunta a que volverás a la titularidad el próximo domingo.
-No lo sé. Intentaré ganarme el puesto otra vez y cuanto antes mejor.
-En caliente señalaste que esto había sido un gran desastre.
-Para cualquiera que lo haya visto es evidente. Tenemos que reconducir esto cuanto antes porque como nos metamos ahí abajo todavía más y el resto de equipos siga ganando, pues nos va a ser muy complicado salir del pozo. Creo que tenemos equipo para ir hacia arriba pero también nos tienen que salir un poco las cosas.
-Atrás se sigue regalando.
-Creo que en la primera mitad tuvimos el partido controlado pero con el 2-1 tuvimos otras dos jugadas desafortunadas.