FICHA TÉCNICA

Brasil: Pinto (1), Gustavo (2), Castro (12), S. Gustavo (3), De Souza (14) -cinco inicial-, H. Luz (6), Dantas Do Amaral (10), Beling (7), Oliveira (2), K. Santos (0).

España: Lyttle (10), Palau (12), Montañana (8), Valdemoro (17), Torrens (4) -cinco inicial-, Nicholls (-), Fernández (9), Lima (2), Pascua (0), Aguilar (-), Martínez (7) y Cruz (0).

Árbitros: Maestre (FRA), Vázquez (PUR) y Mayberry (AUS)

Incidencias: Encuentro correspondiente a la tercera jornada del grupo C de Campeonato del Mundo disputado en el Vodova Arena de Brno ante unos 2.840 espectadores.

La selección española de baloncesto femenino, con su amplio triunfo ante la de Brasil (69-57), se confirmó como líder del Grupo C del mundial de la República Checa, cerrando esta fase con tres triunfos en otros tantos encuentros disputados.

Así, las pupilas de José Ignacio Hernández ya empezaron a poner distancias en su favor casi desde el mismo pitido inicial (6-0, 13-4). Unos primeros seis minutos en los que el combinado español ahogó el juego de ataque rival con una fuerte presión defensiva, que permitía recuperar y lanzar rápidos contragolpes, además de mostrar un buen juego interior bajo el aro rival.

Una ligera bajada de intensidad defensiva en España, acompañado de precipitación y mala selección en el lanzamiento exterior, permitió a las brasileñas remontar. Un parcial de 11-0, con buena labor de Erika de Souza (14 puntos y 13 rebotes en el partido), situó sorprendentemente al conjunto brasileño por delante en el marcador (13-15, min.9). Al final del primer cuarto, no obstante, se iría con empate (15-15).

El comienzo del segundo periodo, con la presencia como base de Marta Fernández, en lugar de Laia Palau, y con Amaya Valdemoro en el banquillo, volvió a ser arrollador del lado español.

El tercer cuarto fue un festival del combinado de Hernández, que con Valdemoro martilleando el aro rival se fue con ventajas superiores a la veintena de puntos (48-26, 60-38), dejando prácticamente ya sentenciado el partido.

El cuarto periodo fue un dejarse llevar de parte de España, lo que permitió a Brasil «maquillar» su derrota al descontar su ventaja hasta los doce puntos finales (69-57).