- ¿Cuándo y por qué decidiste cambiar de disciplina y correr el Nacional?

- Estuvimos varios años disfrutando de la rivalidad del autocross, después vinieron los slalom de asfalto y los tramos de tierra. Hicimos algún «rallysprint» y creímos que este año podíamos hacer alguna prueba del Nacional. Era mi sueño y tenía tenia que cumplirlo.

- ¿Qué categorías hay en un campeonato nacional de rallyes?

-Bueno, existen dos grupos diferenciados. El grupo «N», coches con modificaciones muy especificas para no encarecer el producto, y el grupo «A», coches que coloquialmente los denominamos «gordos», ya que este tipo de coches han sufrido grandes modificaciones en muchos componentes que hacen que el rendimiento del motor aumente en un altísimo porcentaje. Dentro del grupo "A" hay que diferenciar a los tracción total y a los 2rm (dos ruedas motrices) esta ultima es en la que nosotros competimos.

-¿Cómo es tu coche? ¿Qué modificaciones tiene?

-Mi vehículo es un Citroen c2 francés con la carrocería del Chalenger, con suspensión de la copa modificado tanto de motor, como de caja de cambios y suspensión. Es un c2 casi «gordo», digo casi porque todavía se puede evolucionar un poco mas de cara al campeonato del año que viene.

- Y sin estar del todo evolucionado en el primer año acabáis en tercer lugar. ¿Cómo es posible ese gran resultado?

-Hace meses comente en este diario que este año queríamos aprender y divertirnos, pero no descartábamos un podium. El secreto del éxito es el equipo, la constancia, la suerte y sobre todo disfrutar con ello.

-¿Y quién forma parte de ese secreto, de ese equipo?

Un grupo de colegas y amigos que trabajan de manera altruista. Como primer mecánico esta Oscar Gómez, Daniel Cumbrero es el copiloto, Oscar sastre es el que se encarga de las relaciones publicas y Sonia Hernández se encarga de hacer los pedidos, inscripciones y que durmamos en una cama (ríe). Amigos, familiares, sin ellos no seria posible estar donde estamos.

- Una indiscrección, ¿cuesta mucho dinero correr el Nacional de rallyes de tierra?

-Mucho no, ¡muchísimo! (ríe). Para hacer el campeonato se necesita la colaboración y el patrocinio de instituciones tanto privadas como publicas. En estos momentos mantenemos negociaciones con entidades bancarias, instituciones y algún hotel de gran entidad en esta provincia que, aunque todavía no hay nada cerrado, no vieron con malos ojos el proyecto que se les ha hecho llegar.

-¿La crisis económica por la que atraviesa el país repercute en el campeonato?

-Supongo que sí. La crisis ha llegado a todo y a todos. De todas formas, en mi caso, me gusta pensar que sólo hay crisis de lunes a viernes porque el fin de semana el fabuloso rugido del c2 me hace olvidar todo lo malo.

-Crees que el automovilismo en Zamora goza de buena salud?

-Pienso que hay cantera, más de lo que la gente pueda llegar a pensar. Pilotos que no solo suben al podium sino que además ganan carreras. Eso sin contar que, por fortuna, hay otros pilotos locales ya consagrados cuyo currículo habla por sí solo. Todos son mis «compañeros», les animo y les aplaudo y me gustaría que, algún día, pudieran disfrutar de una prueba del Nacional como lo hago yo ahora.

Rubén Sastre

Nace el 16 de mayo de 1974 y desde muy joven se sintió atraído por el mundo del motor. Su pasión estuvo presente ya desde los 6 años, cuando heredó de sus hermanos su primera moto. Hoy con 30 treinta años más es el piloto que representa a Zamora por todo el país en el Campeonato Nacional de rallyes de tierra, en el que ocupa el tercer peldaño del podio.