El Zamora supo sobreponerse al tempranero gol de la Cultural Leonesa y arrancó un punto que sabe a poco después de la buena segunda parte realizada por el equipo de Liceranzu. Si una semana antes el entrenador rojiblanco se vio obligado a improvisar una defensa y a reestructurarla en el descanso, ayer la revolución en el sistema táctico se produjo ya a los 20 minutos ante los numerosos problemas que estaba creando la Leonesa. El cambio a una defensa de cinco jugadores con Catú persiguiendo por todo el campo al leonés Quique comenzó ya a dar resultado en el último cuarto de hora de la primera parte, y funcionó a la perfección en los segundos 45 minutos cuando el Zamora, jugando muy bien a la contra, pudo haber inclinado el encuentro de su lado. Pero al final ambos rivales dieron por bueno el empate.

En la faceta atacante, Iker Torre volvió a ser el hombre clave y suma ya tres goles en otros tantos partidos. Ayer se bastó para traer de cabeza a la defensa del contrario. Por otra parte y, a modo de conclusión, Liceranzu pudo comprobar que los canteranos responden: tanto Garretas como Jorge rindieron a gran nivel.

El partido comenzó muy loco. La Cultural Leonesa tenía que marcar su primer gol y lo hizo de forma inmediata. No había transcurrido ni un solo minuto de juego cuando Mena se escapó por la derecha, llegó a la línea de fondo y pase de la muerte fue interceptado por la defensa con tan mala suerte que el balón se le quedó en los pies a un desmarcado Quique con toda la portería para marcar.

Era de nuevo el fantasma del Zamora, el que se le suele aparecer este año en las primeras partes, un capítulo más de la ya larga serie de fallos defensivos que Liceranzu no sabe cómo atajar.

Pero si este Zamora tiene su «talón de Aquiles» en la parte de atrás, también es cierto que en el ataque tiene pegada y además ha encontrado un filón en un Iker Torre que cuenta sus partidos por goles. El ariete vasco volvió a echar mano de su envergadura para rematar con una gran precisión, colocando el balón en el segundo palo, y restableciendo la igualada en el marcador de un Reino de León que registró ayer una discreta entrada.

El gol del empate no fue más que un paréntesis en el calvario defensivo rojiblanco ya que, poco después, Mena remataba de coronilla aunque el balón no quiso entrar y Mena volvía a cogerle la espalda a la cobertura zamorana pero su disparo sobre la salida a la desesperada de Sergio salió milagrosamente fuera por muy poco.

Si unasemana antes Liceranzu se vio obligado a reestructurar la defensa en el descanso, ayer lo hizo ya en torno al minuto 20. Sentó a Héctor Peña que no era capaz de tapar el enorme boquete abierto por su banda y dio entrada a Garretas en el centro de la defensa, mientras cambiaba al lateral izquierdo a Ibai Rejas y Catú pasaba al derecho. Ver para creer.

La Cultural no se dio por aludida y siguió a lo suyo en jugadas a balón parado que culminaron Cedric y Tomillo con sendos remates de cabeza que no terminaron en gol de milagro.

El Zamora capeaba el temporada como buenamente podía poniendo su destino en manos de un nuevo acierto en ataque. Y pudo llegar el segundo gol en un disparo de Akinsola que no atrapó el portero, pero Iker Torre llegó unas centésimas tarde al rechace.

Liceranzu seguía recomponiendo el equipo y colocaba a Catú como medio centro muy pendiente del media punta Quique que estaba haciendo mucho daño entre líneas y Manu Arias se colocaba como lateral derecho.

Mena volvía a coger la espalda a la defensa rojiblanca pero no llegó por muy poco al remate a bocajarro. Fue la última oleada de una primera parte que terminó con algo más de tranquilidad para los zamoranos que se fueron a los vestuarios dando por muy bueno el resultado.

Si en el primer tiempo, los atacantes habían superado claramente a las defensas, tras el descanso el juego se equilibró bastante y el Zamora salió mucho más tranquilo en su propia área hasta el punto de que, en los primeros minutos, la Cultural prácticamente no le hizo ningún daño.

El equipo de Liceranzu se encontraba a gusto con el resultado y confiaba en que tarde o temprano podría llegar su ocasión para lograr la victoria. Pero para eso tenía que seguir mejorando en defensa.

Buscó esa oportunidad Ferreiro culminando una buena contra pero su disparo fue muy defectuoso.

Mientras tanto, Catú mantenía una dura pugna en su marcaje sobre el leonés Quique, los roces entre ambos jugadores eran constantes y a punto estuvo de picar el árbitro en un roce que terminó con el jugador de la Cultural en el suelo. También Akinsola se picaba con Yagüe y ambos recibían la cartulina amarilla.

Liceranzu vio que era posible ganar el partido y se la jugó retirando al nigeriano de su equipo y dando entrada a Jorge Hernández con lo que eran ya cuatro jugadores zamoranos los que había sobre el terreno de juego, algo que muy pocas veces ha pasado en Segunda B.

Seguía intentándolo al contragolpe el Zamora CF y el gol pudo llegar en un magnífico avance de Iker Torre que culminó Jorge con un disparo que rechazó por muy poco el portero y en la acción siguiente, era Ferreiro el que se escapaba por su banda pero la defensa cortó su centro. Hubo más todavía, un remate a bocajarro de Iker Torre en el que de nuevo volvió a estar acertado el portero culturalista.

El Zamora se había ido arriba y la Cultural se mostraba muy desfondada y sin ideas. Poco a poco Garretas se afianzaba como marcador sobre un inédito Viola y Etxániz se encontraba a gusto en el puesto de líbero, mientras la tensión entre Catú y Quique se había enfriado ya bastante. Por contra, la delantera zamorana superaba constantemente a sus marcadores y el gol podía llegar en cualquier momento.

Pero también pudo producirse el desempate por parte leonesa en una acción de Quique que se plantó ante Sergio, pero no estuvo acertado en el remate. Santos además lo intentaba desde lejos y el balón salía fuera por poco. El gallego Rubén Pardo, recién salido al campo, peinaba un balón que Sergio atrapaba sin problemas y el Zamora que comenzaba a dar por bueno el empate que terminaría por producirse.