La tenista belga Kim Clijsters, que revalidó su título de campeona del Abierto de Estados Unidos tras derrotar a la rusa Vera Zvonareva por 6-2 y 6-1, en 59 minutos de partido, ganó la final más rápida de la historia del torneo neoyorquino desde la era open.

Clijsters que conquistó por tercera vez el título del Abierto de Estados Unidos, ya había logrado en su primera corona, en 2005, ganar en una de las finales más rápidas de la historia a la francesa Mary Pierce, en 1 hora y 4 minutos.

El anterior récord databa de la final de 1986, en la que Martina Navratilova derrotó a Helena Sukova en una hora justa de partido, mientras que la tercera final más rápida fue la de 1997, en la que Martina Hingis superó a Venus Williams en 1 hora y 2 minutos.

El récord absoluto del torneo se logró en 1932 cuando Helen Jacobs ganó el partido a Carolin Babcok en apenas 21 minutos de juego.