Un total de dieciocho candidaturas procedentes de diez nacionalidades, entre las que figura la selección española de fútbol, flamante campeona del Mundo, optan al Premio Príncipe de Asturias de los Deportes 2010, cuyo jurado se reunirá los días 6 y 7 de septiembre en Oviedo.

Éste es el séptimo de los ocho galardones internacionales que concede la Fundación Príncipe de Asturias, que cumplen su trigésima edición. Entre las dieciocho candidaturas presentadas para el galardón de Deportes se encuentran las procedentes de Chipre, Ecuador, Etiopía, Francia, India; Marruecos, Suecia; Tailandia y España.

El jurado, compuesto por treinta personas, incluye al secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky; al presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, y registra la ausencia del difunto Juan Antonio Samaranch, ex presidente del Comité Olímpico Internacional.

Leyendas del deporte español, como Arantxa Sánchez Vicario, Manuel Estiarte y Enrique Castro "Quini", junto a periodistas especializados completan la relación de integrantes del jurado que tras un encuentro con los medios de comunicación a las 16.30 horas del lunes, día 6, comenzará sus deliberaciones tras su constitución formal, y hará público el fallo a las 12.00 horas del martes, día 7.

Desde 1987, año en el que quedó instaurado el Premio de los Deportes, el galardón ha recaído en personalidades como Sebastian Coe, Javier Sotomayor, Martina Navratilova, Carl Lewis o Hicham El Gerrouj y organizaciones como el Tour de Francia.

El Premio está dotado con 50.000 euros y la reproducción de una estatuilla diseñada por el artista español Joan Miró (1893-1983).

Los Premios Príncipe de Asturias están destinados, según los estatutos de la Fundación, a galardonar "la labor científica, técnica, cultural, social y humana realizada por personas, instituciones, grupos de personas o de instituciones en el ámbito internacional".

Dentro de este espíritu, el galardón de los Deportes "será concedido a la persona, institución, grupo de personas o de instituciones que, además de la ejemplaridad de su vida y obra, hayan conseguido nuevas metas en la lucha del hombre por superarse a sí mismo y contribuido con su esfuerzo, de manera extraordinaria, al perfeccionamiento, cultivo, promoción o difusión de los deportes".