El seleccionador español Vicente Del Bosque se distanció de un posible exceso de confianza ante un partido contra un adversario teóricamente inferior como Liechtenstein y aseguró que, a pesar de las recientes conquistas, como la Eurocopa o el Mundial, al jugador español "aún le quedan nuevos retos que cumplir".

La selección española apuntaló su puesta a punto sin contratiempos y sin que Vicente Del Bosque dejara patente el once que saldrá al terreno de juego del estadio Rheinpark, donde completó la jornada.

España se ejercitó durante una hora en el Rheinpark Stadion de Vaduz. Un recinto pequeño, con apenas capacidad para seis mil espectadores, engalanado por el montañoso paisaje de alrededor y contemplado por un centenar de curiosos y aficionados que acudieron al reclamo de la campeona del mundo.

Del Bosque tampoco delató el equipo titular que saldrá contra Liechtenstein. Podrá contar con todos sus hombres. No obstante, no es previsible que haga cambios. La única incógnita es el centro de la zaga. Lesionado Carles Puyol, ya en Barcelona, Carlos Marchena es el sustituto natural, ya que Sergio Ramos no se moverá del lateral derecho.

"La carrera de un futbolista es bastante corta y todavía tenemos nuevos retos que cumplir y en ese papel vamos a estar. Con la motivación de un buen deportista como los que tenemos en este grupo", dijo el seleccionador, que reconoció que la diferencia de goles para determinar la clasificación a la fase final puede ser "vital".

"La diferencia de goles puede que sea vital. El último antecedente fue un 0-2. Lo primero que nos debe ocupar es ganar. Volver a la competición. Respetar a todos los contrarios. Va a ser un grupo exigente seguro. Pero sobre todo, lo más importante y lo que nos ocupa es ganar", subrayó Del Bosque.

"Estamos preparados para afrontar la clasificación. Partimos de cero como si no hubiéramos jugado el Mundial y nuestro reto es alcanzar el pase a la fase final de Ucrania y Polonia", insistió el seleccionador español.