J. Círculo 6

F. Mañanes 5

Juventud del Círculo: Carran, Poli Gascón, Ramón, Ercilla, Javi -equipo inicial- Álvar, José, César, Marco, Fer y Miguel.

Fontanería Mañanes: Javier Santos, Javier, Álvaro, Jorge y Josico -equipo inicial- Oli, Ángel, Miguel, Chuso

Goles: 0-1, min. 3: Javier; 0-2, min. 3: Álvaro; 0-3, min. 7: Chuso; 1-3, min. 8: Fer; 2-3, min. 18: Ramón; 3-3, min. 23: Ercilla; 4-3, min. 23: Fer; 4-4, min. 26: Oli; 4-5, min. 29: Javier; 5-5, min. 34: Miguel; 6-5, min. 40: Poli.

Árbitro: Casado y Volpini (colegio vallisoletano). Amonestaron a los locales Álvar y José y a los visitantes Oli y Josico. Expulsaron al jugador burgalés Álvar, por doble amonestación (minuto 20) y al visitante Álvaro, por roja directa (minuto 40).

Incidencias: Pabellón Municipal. 90 personas.

El Fontanería Mañanes cayó en un duelo inceíble, en el que el cuadro zamorano llegó a disponer de una renta de tres goles antes de llegar al minuto diez de partido. Pero esta claro que no se entendería un deporte sin épica, un matiz que eleva al juego a otra dimensión. Ayer, el Juventud del Círculo se abrazó a la heroica para sacar adelante un partido clave en su lucha por la supervivencia. De hecho, el gol de Poli a 13.5 segundos para el final (tras una falta de libro de Ramón) deja a los verdiblancos virtualmente fuera de peligro. El premio para los de casa llegó a través del esfuerzo. No podía ser de otra forma. Menos cuando enfrente espera un rival talentoso como el Benavente. Los zamoranos adquirieron una ventaja de tres goles en el inicio del encuentro que sacó lo mejor del combinado burgalés.

Con el partido estabilizado, el Juventud no podía ceder en su ímpetu y, a pesar de que el Mañanes contrarrestó bien esa efervescencia, el tanto de un Ramón metía de lleno en el encuentro a los burgaleses.

El Juventud no sólo manejó las sensaciones, sino que alimentaba su moral en cada acción. Desatado en su ademán, Poli igualó la contienda antes de que Fer estableciese 4-3. Tocado por este hecho, el Benavente manejó bien sus cartas, pero al final acabó por perder la partida.