El zamorano Martín Ramos, gracias al apoyo del Ayuntamiento de Zamora y de la empresa Arquitectura en Madera y Piedra, emprenderá hoy mismo una nueva expedición al Himalaya en la que se ha marcado como objetivo escalar su séptimo "ochomil", el Anapurna, uno de los colosos nepalíes que se eleva sobre 8.091 metros.

Esta es la décimo primera expedición de Ramos al Himalaya y ha sido posible de nuevo gracias al apoyo que le han prestado la Concejalía de Deportes, que siempre ha estado a su lado y la empresa zamorana Arquitectura en Madera y Piedra, otro fiel compañero en todas sus ascensiones.

En esta ocasión, su compañero de cordada será el médico asturiano Jorge Egocheaga con el que ha compartido ya varias ascensiones y en especial la del pasado mes de julio en el K2 en la que Martín no alcanzó el objetivo de la cumbre pero sí su compañero que lo lograría en solitario.

Egocheaga es ya uno de los himalayistas de mayor prestigio en España y supone toda una garantía para Martín el compartir la escalada con él. El zamorano coincidirá en el campo base y en diversas fases de la escalada con el equipo de «Al filo de lo imposible» que lidera la vasca Edurne Pasabán, enfrascada en ser esta misma primavera la primera mujer de complete los catorce «ochomiles».

Para ello deberá ascender primero el Anapurna y luego el Shisha Pangma aunque en esta carrera tiene una difícil rival en la coreana Oh Eun Sun a la que tan sólo le resta subir el Anapurna y que en los próximos días tiene prevista su llegada al campo base situado a 4.100 metros sobre el nivel del mar.

Tras el viaje a la capital de Nepal, Katmandú, Ramos y Egocheaga iniciarán el trecking de aproximación que durará entre siete y diez días, periodo que aprovecharán para lograr lo antes posible una buena adaptación a la altitud, algo que ambos consiguen con cierta facilidad. A partir de ese momento, iniciarán la equipación de los campos de altura para intentar hacer cumbre a finales de abril.

Ramos esperar estar de regreso en Zamora a mediados del mes de mayo, lo que supone un plazo no demasiado amplio para lograr su objetivo.

El Anapurna es la décima cumbre del planeta y la primera de los «ochomiles» en ser coronada, concretamente en 1950. Aquí se produjo la muerte de un buen amigo de Martín Ramos, Iñaki Ochoa de Olza, producida en 2008 debido a un edema cerebral y pulmonar que le provocaron las gélidas temperaturas, a pesar de las atenciones sanitarias que le prestó, pasando junto a él más de 72 horas en altura, el rumano Horia Colibasanu, que se encuentra también en el campo base para intentar de nuevo la ascensión. También coincidirá en el Anapurna Martín Ramos con otro montañero de contrastado prestigio como es el portugués Joao García con el que ya compartió en 2008 la brillantísima ascensión al Broad Peak.

El Anapurna es uno de los «ochomiles» más peligrosos como lo reconoce Alberto Iñurrategui, segundo español en completar las catorce grandes cumbres: «Es una montaña con una estructura muy compleja, con glaciares y paredes muy verticales. Por la ruta convencional ya es difícil y peligroso y por las demás es más sencillo, pero encierra otros riesgos difíciles de controlar. Pero no sólo sus características geográficas dificultan el trabajo, sino que el viento te puede llevar a 90 grados bajo cero y no tienes protección, a menos que puedas dirigirte hacia la cara norte», ha señalado el montañero vasco.