Un buen Racing, que con su victoria por 1-2 se aleja de la zona baja de la clasificación, mostró además las carencias del Sevilla en la Liga, competición en la que suma dos derrotas seguidas y cuatro encuentros consecutivos en el Sánchez Pizjuán sin vencer, lo que le aparta de la lucha entre los mejores.

El equipo andaluz, nervioso, precipitado y sin recursos, intentó en la segunda mitad paliar el 0-2 con el que acabó la primera parte, pero no pudo ante un adversario ordenado y con oficio.

El conjunto andaluz salió con la intención de romper su mala racha en la Liga, especialmente en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán, donde no había ganado en sus tres últimas comparecencias, con dos empates -Málaga y Valladolid- y una derrota ante el Getafe.

El Racing, por su parte, quiso prolongar su buen momento y ratificar, especialmente, que fuera del estadio El Sardinero juega con mucha fluidez.

Así, el equipo santanderino presionó mucho, cerró bien las bandas para que Diego Capel y el argentino Diego Perotti no entraran en juego y esperó su oportunidad para sorprender.

En esas llegó la oportunidad del equipo que dirige Miguel Angel Portugal, que rompió bien la adelantada defensa local para que el joven Sergio Canales resolviera muy bien por alto ante la salida de Andrés Palop.

El Sevilla, como en sus anteriores encuentros como local, tuvo que nadar contracorriente y apareció la precipitación y los nervios ante un rival convencido de sus posibilidades.

El 0-2 llegó en el minuto 38 y el conjunto de Jiménez se rompió totalmente y lo mejor que le pudo pasar fue que llegara el descanso, pues el Racing hizo lo que quiso e incluso pudo marcar el tercero ante las fuertes protestas de la afición local.

La insistencia local en el segundo tiempo sí tuvo su fruto rebasado el primer cuarto de hora de este periodo, cuando el centrocampista marfileño Ndri Romaric puso el 1-2 y ello hizo cambiar la dinámica del choque, ya que el Sevilla buscó con ganas del empate, pero entonces apareció la figura del meta suizo Fabio Coltorti para evitarlo.