La Peña San Isidro rompió con los pronósticos y se alzó campeón del Torneo Interpeñas de Benavente que se celebró una vez más en el Pabellón de La Rosaleda ofreciendo tres días de fútbol sala de alto nivel.

El campeonato, que cada año levanta más expectación ya que reúne a las peñas del "Toro Enmaromado", volvió a llenar las gradas demostrando que es una cita consolidada en el calendario deportivo benaventano gracias a su buena organización.

Tras una apasionante fase previa, cuatro eran los equipos que llegaban a la lucha por el título: tres como campeones de sus grupos (Popeye, Garrafón y San Isidro) y el mejor segundo (Toril). Todos ellos se jugarían el título en unas eliminatorias que encandilaron al público.

El primer pase a la final lo consiguió la peña Popeye, en una reedición de la pasada final frente a la peña Garrafón. Un duelo igualadísimo entre los equipos con más títulos que se resolvió con un gol a falta de dos minutos para el final. Un desenlace más emocionante que el de la segunda semifinal, en la que Toril pagó caro el desgaste de la fase previa frente a San Isidro.

La final, a la que antecedió un triangular de equipos benjamines que hizo las delicias del público, obligó a poner asientos supletorios en una jornada para el recuerdo en La Rosaleda.

El duelo no defraudó, contando con todos los ingredientes necesarios de una gran final, incluida la sorpresa. Y es que, fue la Peña San Isidro, que no entraba en la lista de favoritos, la que demostró no tener rival en la pista y rompió la hegemonía de la Peña Popeye al vencer por 2-1 y recibir de la mano del alcalde Luciano Huerga, el presidente de la coordinadora de peñas y la reina de las fiestas, su trofeo de campeón.