No fue el partido de los chicos de Fran Tejado. No les salía nada y parecían ausentes ante un potentísimo rival con mucha profundidad en el banquillo que desarboló por completo a los juveniles zamoranos. Ni en defensa ni en ataque salían las cosas y de ahí la diferencia en el marcador. El mensaje es que no hay que bajar la guardia y seguir aprendiendo.