Son libros que entran por los ojos y que explican el mundo de una manera diferente. Flow Press, la editorial creada por Diego Rosembuj -con raíces familiares en Cangas de Onís- y Oriol Magrinyá, acaba de debutar con una propuesta innovadora de libros que podrían denominarse de "no ficción gráfica". En ellos, el continente, con una elevada dosis de diseño, resulta tan importante como el contenido. En sus páginas cada dato adquiere un aire artístico. Un buen ejemplo es "Cinegráfics", un volumen firmado por Matteo Pavesi, director general de la Fondazione Cineteca Italiana de Milán, y por el diseñador gráfico Matteo Civaschi, donde cada página, repleta de anécdotas y curiosidades, es una sorpresa, y todas en conjunto resumen de una manera divertida todo lo que rodea al mundo del cine. En uno de sus capítulos se roza la compresión máxima, se titula "101 películas en 5 segundos".

"Creemos que hay un hueco muy importante en el mercado para el libro como objeto, sin ser de lujo pero bonito, con ediciones bien curadas y donde el contenido sea tan importante como el continente", explica Diego Rosembuj sobre esta iniciativa empresarial que ha cambiado su vida profesional, después de dos décadas trabajando en el sector del marketing.

Flow Press hace una cuidada selección y traducción al castellano de libros que ya han triunfado en el extranjero. Tal es el caso de "Dear Data", que publicarán en octubre, un volumen de éxito en el mundo anglosajón que nace de un conocido proyecto desarrollado a medias entre Giorgia Lupi y Stefanie Posavec. Una desde Nueva York y la otra desde Londres fueron intercambiándose tarjetas postales en las que iban haciendo diversas e imaginativas representaciones gráficas de sus datos personales. Este libro forma parte de Flow.viz, una de las tres colecciones de Flow Press, que, en este caso, está dedicada a profesionales del diseño, la publicidad, periodistas o estudiantes de estos campos.

La segunda colección lleva por nombre Flow.kidz y está pensada para los lectores entre los 6 y los 14 años, con temas como los animales, el cuerpo humano, la tecnología, la geografía o la historia. Flow Press ya cuenta con dos volúmenes en el mercado dentro de esta colección. Uno de ellos es "El reino animal", obra de Simon Rogers, creador del Datablog del diario "The Guardian", el sitio de periodismo de datos más popular del mundo, e ilustrado por Nicholas Blechman, director creativo de "The New Yorker". Se trata de un apasionante viaje, lleno de datos y humor, por la fauna de todo el planeta. El otro se titula "Tecnología", de Rogers y Studio Muti, un estudio gráfico de Sudáfrica.

La tercera colección que Flow Press ha sacado al mercado lleva por título Flow.cult y está dedicada a aficionados a la cultura pop en general, con volúmenes dedicados a la música, el cine, la novela gráfica, el arte o el periodismo. El libro "Cinegráfics" es un buen ejemplo de la vocación que tiene esta colección: traducir a un lenguaje visual, pero sobre un cuidado formato en papel, cualquier tema, por complejo que sea.

Otro volumen incluido en Flow.cult aborda algo que parece imposible: explicar el movimiento punk para toda la familia. Lleva por título "¿Qué es el punk?" y es un divertido trabajo de Eric Morse, que cuenta con un conocido canal en Youtube y donde las ilustraciones son fotografías de figuras de pasta de modelar extremadamente detalladas.

Dentro de esta colección en marzo sacarán al mercado "Embarazo". Una guía infográfica para toda la familia de Claire Plimmer. Otro de los próximos lanzamientos será "Hip Hop Family Tree", de Ed Piskor, una novela gráfica que promete contar "la historia del hip hop como nunca la habías visto", y que saldrá al mercado también el próximo mes de marzo.

Aunque esta editorial está dando sus primeros pasos, sus impulsores ya están recogiendo muy buenos comentarios, tanto de los libreros, que destacan sus productos, como de los lectores. "Nuestros libros tienen un enfoque lúdico, sirven para una lectura compartida con los hijos, con los amigos? El libro en papel no va a morir, ni mucho menos. Por eso nosotros apostamos por el libro-objeto, pero no como fetiche, por un libro que se pueda leer, que dé gusto al que lo regala y también al que lo recibe", resume Diego Rosembuj.