La baronesa Carmen Thyssen, vicepresidenta vitalicia de la Fundación Thyssen-Bornemisza, ha alertado respecto a las conversaciones con el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte en torno a renovar la cesión de las 429 obras de arte de su colección, que no puede "asumir" quedarse "sin liquidez", porque igual tendría que "vender otro cuadro".

"No puedo asumir quedarme sin liquidez, no puedo quedarme como me he quedado sin liquidez, por lo que a lo mejor tengo que vender otro cuadro y lo sentiría mucho como coleccionista. La colección está supervalorada pero la colección y yo estamos un poquito abandonados", ha señalado Cervera.

Con motivo de la presentación de la exposición 'Obras maestras de Budapest. Del Renacimiento a las Vanguardias', la baronesa ha abordado la situación de la permanencia de su colección en España, tras expirar el contrato el pasado mes de enero y acordar con Cultura una prórroga de tres meses para negociar.

A preguntas de los periodistas, ha dejado la puerta abierta a un acuerdo que "podría ser de muchas formas", incluyendo uno "definitivo", si bien ha insistido en la necesidad de sentarse a hablar y "hacerlo a fondo". La baronesa ha apuntado a la importancia de que en las conversaciones estén tanto el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, como el de Hacienda y Patrimonio Nacional.

"No deseo vender la colección, quiero que este en este museo. Deseo seguir haciendo exhibiciones temporales importantes alrededor del mundo ya que benefician al Museo Thyssen y que la colección se mueva un poco para que no esté estancada", ha justificado.

La baronesa, quien ha asegurado que "en dos meses y medio" habrá una solución, ha señalado que no se debe seguir haciendo "arreglos en el contrato" cada cierto tiempo, sino que hay que firmar "una cosa bien hecha". "Deseo estar en España, pero no puedo estar cada año firmando una prórroga sin tener aclarada la situación", ha aseverado.

"Cuando eres un mecenas que estás protegiendo colecciones, lo que tienes que hacer es asegurar el futuro de la colección. Por esa razón este año hay que hacer una firma consecuente con lo que esta colección representa, para el futuro de las siguientes generaciones. Es una cosa demasiado importante como para tomarla a la ligera", ha insistido.

Los 'christmas' con Montoro

La baronesa ha negado sentirse "maltratada fiscalmente" y que sea uno de los motivos para no llegar a un acuerdo. "Simplemente hay que poner cosas en su sitio, tener las cosas claras y poner orden. El tratamiento que se firmó en el año 2000 se suponía que es un tratamiento fiscal consolidado, solo quiero saber la interpretación del tema fiscal", ha destacado.

De hecho, ha bromeado afirmando que se "intercambia 'christmas' con el señor Montoro", pero quiere "aclarar una interpretación errónea". "Se firmó un pacto en el año 2000 donde había una interpretación por la parte fiscal que yo asumí. Yo soy residente en otro país, tengo pasaporte suizo, y hay una interpretación fiscal para desempeñar mi asistencia que no está aclarada", ha matizado.

'Buena' fe con Cultura

Previamente a la rueda de prensa, Carmen Thyssen ha adelantado que las conversaciones con Cultura son "cordiales, de buena fe y van por el buen camino", al tiempo que ha celebrado que ya se haya dado "el primer paso, que es sentarse a hablar".

"El Ministerio de Cultura está realmente comprometido en encontrar una solución para asegurar el futuro de mi colección en España, pero debemos tener la predisposición de todos los interlocutores", ha añadido.

Carmen Cervera ha reiterado que los "aspectos esenciales" para alcanzar un acuerdo giran en torno al régimen de disposición, movilidad y exposición mundial de las obras; su régimen jurídico y "la interpretación" de las normas fiscales que son de aplicación, tanto de la cesión como de su dedicación a la misma y a las funciones de desarrollo cultural previstas en un acuerdo con el ministerio en el año 2000.

Colección de 1.000 millones de euros

"Todo el mundo entiende que una colección de arte valorada en más de 1.000 millones de euros no puede estar en una situación de precariedad. Y que un préstamo gratuito de las obras de mi colección, que según consta en las cuentas anuales de la fundación genera unas ganancias para Madrid de entre 7 y 8 millones de euros anuales, no debería estar sin un marco legal claro y estable", ha aseverado.

Así, ha recordado cómo tras cinco años con renovaciones anuales o semestrales del préstamo, hay que "pensar en un marco legal que respete y proteja" esta colección de forma permanente y a largo plazo. "Lo que deseo es que mi colección de arte siga en España y pueda ser admirada por la gente de forma permanente siempre y cuando se garantice la accesibilidad y movilidad de las obras para exposiciones en todo el mundo y para dotarla de mayor visibilidad", ha concluido.