Cuánto ha cambiado el calendario Pirelli desde el de 1984, con traseros femeninos en los que estaban impresas las rodadas de los neumáticos que fabrica la empresa, hasta la edición del 2017, en que los primeros planos son, por ejemplo, de la actriz Uma Thurman con un grueso jersey de lana, de las manos de Kate Winslet o de Helen Mirren abrigada con una manta. Lo resumía esta actriz británica con buen humor en la presentación del calendario hace un mes en París: "Esperaba un sexy pintalabios rojo y me dieron una manta".

El calendario Pirelli sigue siendo objeto de deseo, pero de la pared del taller mecánico ha pasado a las colecciones de arte fotográfico. Seguramente, ha ido acorde con la evolución de la marca, hoy con intereses en la fórmula 1 y otros deportes, que produce calzado y ropa, tiene un centro de arte contemporáneo en Milán (Hangar Bicocca), presume de innovación industrial€ Y también, sin duda, los últimos calendarios reflejan el cambio de los tiempos, otra manera de considerar a la mujer que, en opinión de Mirren, "es una realidad que se extiende aceleradamente". Nicole Kidman, enero en el calendario, coincidía: "Hay un avance, tenemos más oportunidades, estamos cambiando algo, aunque estas cosas llevan tiempo". Como ejemplo, indicaba que, entre el 2016 y el 2017, ha rodado o lo hará con cuatro directoras de cine.

La marca italiana dice que da libertad al fotógrafo que elige (dentro de lo que es la esencia del calendario y el buen gusto). El de esta edición, Peter Lindbergh, fue uno de quienes lanzaron a la fama a las top models de los noventa (Linda Evangelista, Christy Turlington€), pero, para el calendario del 2017, ha recurrido sólo a conocidas actrices: aparte de las citadas, Alicia Vikander, Léa Seydoux, Robin Wright, Lupita Nyong´o, Rooney Mara, Jessica Chastain, Penélope Cruz, Zhang Ziyi, Julianne Moore y Charlotte Rampling (y una profesora de universidad rusa, Anastasia Ignátova, cuya belleza le encandiló).

La publicidad apuesta ahora por las caras del cine, pero Lindbergh ya introdujo a actrices en el reino de las modelos de los calendarios Pirelli cuando hizo el de 1996 (también fotografió el del 2002 y participó en el del 50 aniversario, en el 2014). El fotógrafo alemán afincado en París marcó estilo años atrás en la moda con sus fotos en blanco y negro, de aire realista y cinematográfico, y oponiéndose a los retoques.

Si el calendario Pirelli presume de reflejar los ideales contemporáneos de belleza (femenina), en el del 2017, Lindbergh ha querido plasmar una belleza "diferente" a la de las actuales revistas de moda, que considera que muestran una belleza "comercial, banalizada, obsesionada con la juventud y la perfección", según explicó en la presentación del calendario.

Así, calificó su trabajo como "un acto de rebelión" frente a la "tendencia mayoritaria" de fotos de moda con modelos "demasiado jóvenes, delgadas, sin pechos y parecidas entre sí" que no responden a su concepto de belleza. No ve sexy el bikini y no sigue la campaña "No make up", que se ha extendido entre las celebrities, pero cree que "el maquillaje no debe representar a la mujer". El fotógrafo reiteró que "hay que tener criterio y la valentía de decir no a los retoques". "¿Qué pensará la gente del futuro cuando vean las fotos de hoy, como si todas las imperfecciones hubieran sido borradas?", cuestionó.

Con todo, fue elusivo con respecto a los retoques estéticos que se hacen muchas actrices, incluidas algunas de su calendario. Sólo explicó que quería mostrar una belleza que no es perfecta. Para ello, eligió a actrices que admira y las retrató de cerca, jugando con la luz, sin artificios (despeinadas, poca ropa y neutra, sin joyas), con la idea de "desnudar sus emociones". "Te quiero a ti como persona, no un personaje", contaba Kidman que le pidió. Ella se prestó porque le conocía desde hace años. Las demás, también (Penélope Cruz o Julianne Moore ya habían posado además en anteriores calendarios).

Las actrices elegidas son bellas, pero casi todas dejaron atrás los 30 hace tiempo. En algunos calendarios ya salieron mujeres de más edad, pero Lindbergh quería mostrar la belleza a distintas edades "y como emana también del talento y de personas interesantes". Nicole Kidman aseguró en la presentación que "la edad no es un condicionante" y que "la autoconfianza, ser una misma", contribuye a que una mujer se vea bella. Por eso pidió que se deje a las mujeres la libertad de elegir cómo quieren ser. "Pienso que es bueno que mis hijos vean que su madre sigue sintiéndose bien consigo misma", añadía Uma Thurman.

"Creo que Peter ha conseguido la misión que se marcó de liberar a la mujer de estándares opresivos", concluyó Thurman. "¿Es usted feminista?", preguntaron los periodistas a Lindbergh. "No, sólo me gustan las mujeres", contestó. Seguramente no se pueda decir que el calendario sea feminista, dada su esencia, pero como dijo Helen Mirren, "para estas fotos casi hay que reeducar la mirada, porque no son espectaculares, de estrellas en la alfombra roja, sino más reales", naturales, del tipo que muchos "nunca pensarían encontrar en un calendario Pirelli".

Es un giro más en la historia del calendario, nacido en 1964 de la idea de buscar un potente icono publicitario para la marca. Hoy lo es. Y un apreciado objeto fotográfico, a lo que sin duda contribuye que no se pone a la venta, sino que Pirelli distribuye unas decenas de miles entre clientes selectos, personalidades...

El primer almanaque lo encargó a Robert Freeman, que había fotografiado a los Beatles. Hizo las fotos en Mallorca. Buenos fotógrafos, chicas (destacadas modelos) ligeras de ropa (las primeras fotos son tímidas respecto a los desnudos de años posteriores), entornos de playa o exóticos... Son pautas que se han mantenido. Pero en 44 ediciones -no se publicó en 1967 ni durante la crisis del petróleo, entre 1975 y 1983- ha ido cambiando. El almanaque de 1987 sólo sacó a mujeres negras; el de 1998 contó con una nutrida presencia de actores famosos. Aunque la foto masculina más potente, del atleta Carl Lewis con zapatos de tacón rojos, de Annie Leibovitz, no apareció en un calendario, sino en una campaña publicitaria de la marca en 1994.

Leibovitz usó los desnudos a su manera en sus calendarios, como para mostrar el potente cuerpo de la tenista Serena Williams en el 2016. En el 2013, el fotógrafo Steve McCurry prescindió de los desnudos y sacó a la modelo Adriana Lima embarazada. Claro que en el 2015, Steven Meisel recuperó las chicas de calendario provocativas, así que habrá que ver si se sigue o no el camino de las últimas dos ediciones. De hecho, para el 2017, Pirelli quería hacer un guiño tecnológico, usar como escenario su fábrica más puntera, cercana a Turín. Lindbergh la fotografió, pero las imágenes se guardaron para otra ocasión, y él llevó a término su idea de retratar a sus actrices preferidas para un calendario reivindicativo de una belleza más simple.