La actriz y directora Núria Espert, la gran dama de la escena española, ha obtenido hoy el Premio Princesa de Asturias de las Artes por ser una de las más eminentes figuras de la escena mundial tras una extensa carrera en la que ha recuperado y dado continuidad a la gran tradición del teatro español.

El jurado ha incidido además en que esta tarea la ha desarrollado tanto en lengua castellana como en catalán y en que ha proyectado internacionalmente la literatura y la creación teatral hispana, clásica y contemporánea, "a lo largo de una dilatada y rica carrera que la ha conducido al triunfo en escenarios de todo el mundo".

"Su teatro se caracteriza por la fidelidad a los ideales y aspiraciones del humanismo y ha estado siempre al servicio de la poesía y de la esencia de la escritura dramática", añade el acta.

La candidatura de Espert (Hospitalet de Llobregat, 1935) había sido propuesta desde el Teatro Real de Madrid y el Teatre Lliure de Barcelona y se impuso en las últimas votaciones a las del artista estadounidense James Turrell y del estonio Arvo Pärt, así como de los músicos John Williams y Ennio Morricone.

Actriz, directora teatral y escenógrafa, Espert ha hecho suyos los personajes más míticos del repertorio nacional e internacional, desde La Celestina a Bernarda Alba y de Medea a Salomé tras compaginar desde joven su formación en música e idiomas con actuaciones de aficionada.

A los 13 años ya formaba parte de la compañía infantil del Teatro Romea de Barcelona, a los 17 llegó al teatro profesional como sustituta de Elvira Noriega en "Medea" y fue la primera mujer que interpretó el papel de Hamlet en España y que sacó los textos de Jean Paul Sartre de los pequeños círculos de teatro de cámara.

En 1969 Espert vio como, tras su estreno en Barcelona y en el Festival de Belgrado, la censura prohibió la gira programada de "Las criadas", de Genet, una situación que se repitió con "Yerma", de Federico García Lorca, que no pudo representar hasta 1971.

Esta obra se convirtió en su producción más emblemática con la que recorrió escenarios de todo el mundo y en 1979 asumió, por dos temporadas, la dirección del entonces recién creado Centro Dramático Nacional (CDN) y de la programación del Teatro María Guerrero, que se nutrió exclusivamente de autores españoles.

En 1986 comenzó a ejercer además como directora de escena en producciones teatrales y óperas como Madama Butterfly, Electra, Rigoletto, La Traviata, Carmen o Turandot y los últimos años noventa le depararon grandes sorpresas artísticas: "La gaviota" (1997), llevada a escena con Josep Maria Flotats en el Teatro Nacional de Cataluña; o "Master Class" (1998), en la que encarnó a María Callas.

Con el cambio de milenio Espert no paró de trabajar. Dirigió la ópera "Tosca" en el Teatro Real, protagonizó la versión de "La Celestina" del canadiense Robert Lepage en el Teatre Lliure y continúa activa a sus ochenta años tanto como para desdoblarse en tres papeles durante la interpretación de "La violación de Lucrecia" en el Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá (FITB).

"Muy feliz" y "excitada" por este reconocimiento que, en su opinión hace justicia con el teatro, "medio olvidado" hasta ahora en estos galardones, se ha mostrado la actriz catalana con un premio en el que toma el relevo en el ámbito de la dramaturgia de Fernando Fernán Gómez y Vittorio Gassmann, distinguidos en 1995 y 1997.

"Me he acordado de Woody Allen, de Coppola, de nuestros maravillosos cantantes de ópera, me emocionó mucho cuando lo recibieron, o nuestros grandes escultores. He pensado en la gente que me ha gustado y conmovido que lo ha recibido antes", ha señalado mientras se prepara para iniciar el próximo lunes los ensayos de "Incendios", de Wajdi Mouawad, dirigida por Mario Gas.

También sus amigos y colegas han celebrado el galardón a Espert, a la que el actor Josep María Flotats se ha referido como "una referencia" tras una vida entera dedicada al teatro "con sinceridad y entrega total" mientras que el director Lluís Pasqual ha considerado que el premio, "un acierto evidente", distingue "a todos los profesionales del teatro" que se identifican con Espert.

Al igual que los otros siete premios que concede la Fundación Princesa de Asturias, el galardón, que será entregado durante una ceremonia en el Teatro Campoamor de Oviedo el próximo mes de octubre, está dotado con la reproducción de una escultura diseñada por Joan Miró, 50.000 euros, un diploma y una insignia.

El pasado año el galardón recayó en el cineasta estadounidense Francis Ford Coppola después que en las ediciones anteriores fueran galardonados los arquitectos Frank Gehry y Rafael Moneo y el también director de cine Michael Haneke, que se sumaron así a una nómina de la que forman parte Norman Foster, Woody Allen, Paco de Lucía, Vittorio Gassmann, Bob Dylan y Óscar Niemeyer.