De Yan Lianke (1958), una de las plumas más apreciadas de la literatura china actual, los lectores atentos ya conocen su éxito mundial El sueño de la aldea Ding, la historia de una comunidad campesina incitada a vender su propia sangre y, de resultas del engaño, infectada en masa de sida. Ahora nos llega otra de sus obras capitales, Los besos de Lenin, sobre la que de nuevo flotan las sombras del engaño y el dinero fácil. Tras sufrir en pleno verano una nevada que arrasa sus cosechas, los habitantes de Buenavida, una pequeña aldea en la que son muchos los minusválidos que gozan de alguna habilidad especial, se ven convencidos por un funcionario local de formar una compañía itinerante que, asegura, les proporcionará tantos ingresos que hasta podrán comprarle la momia de Lenin a los rusos y convertirse en un poderoso centro turístico. Una fascinante alegoría del espejismo casi colectivo que envuelve a la sociedad china.