La escritora Ángeles Caso ha confesado ese viernes en público, en Segovia, que su lector ideal "es el que reflexiona" sobre la obra, el que "no se conforma con pasar sólo un buen rato", más que aquel que busca el entretenimiento.

Durante una conversación con el escritor y periodista Fernando Delgado, dentro del programa del 'Hay Festival', ha añadido, en el plano personal, que ella puede pedir entretenimiento al cine, mientras que a los libros les pide "conocimiento sobre la vida". "No debemos permitirnos no reflexionar", ha añadido.

La ganadora del premio Planeta con la obra "Contra el viento" ha hablado con su colega y depositario de este mismo galardón en 1995, con "La mirada del otro", sobre el "privilegio" que supone ser hija de un catedrático, José Miguel Caso González, que le marcó su pasión por escribir.

De esta forma, Ángeles Caso ha revelado que empezó a escribir cuentos a los ocho años, aunque luego dejó la escritura durante un largo tiempo, sobre todo en su adolescencia, porque estaba más ocupada en "vivir".

Su licenciatura en Historia del Arte la justifica de nuevo en el contagio del amor de su padre por el arte y porque, a su juicio, le daba "miedo" cargarse demasiado de teorías literarias: "Era mejor tener un acercamiento más visceral e intuitivo a la literatura".

Comprometida con la literatura, la mujer, los derechos humanos y la ecología, esta escritora comienza siempre una nueva novela de forma misteriosa, después de lo que llama "una revelación", bien porque vea, escuche o recuerde algo que le inspira de forma automática.

Caso lo explica así: "Algo se ilumina dentro de mi cabeza y empiezo a ver la historia, es un proceso al margen de mi voluntad. Por ejemplo, en ocho años, hasta 2009, no tuve ningún tipo de revelación".

Pero además de la revelación, Ángeles Caso dice que necesita reflexionar, aunque subraya que su primer compromiso militante en la novela ganadora del Planeta fue con la literatura y matiza que "hubiera sido muy fácil crear un panfleto", porque siempre trata de no dejarse llevar por la pasión ideológica.

Cuando Delgado le pregunta si es demasiado dura con los hombres en esta obra en torno a la emigración, la escritora se apresura a decir que "los malos tienen mucho peso, porque son abusadores o maltratadores, pero los hombres de bien no tendrían que sentirse molestos".

De nuevo la reflexión, tras lamentarse y "echar de menos" más generosidad de los hombres con las mujeres, Caso ha lamentado que la sociedad actual desprecie la bondad en la persona, fruto de una opción ética y moral.

¿Y qué le gusta leer?, le han preguntado a Ángeles Caso desde el público: "Me niego a leer entretenimiento, le exijo otras cosas a la literatura, aprendo leyendo mucha novela histórica, biografía ... lamentablemente leo poca poesía, lo he perdido no sé por qué, aunque algún día volveré a hacerlo".