Científicos del CSIC han pedido que se adopten las medidas necesarias que promuevan el uso de munición sin plomo para la caza, fabricada con materiales no tóxicos, ante la «seria amenaza» que para humanos y fauna salvaje supone su uso, muy extendido en toda Europa.

Según los científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), sólo en Europa los cazadores disparan cada año más de 40.000 toneladas de munición, en su gran mayoría fabricada con plomo.

José Antonio Donázar y Fernando Hiraldo, de la Estación Biológica de Doñana (CSIC), y Sergio Lambertucci, de la Universidad Nacional de Comahue, en Bariloche (Argentina), han publicado un artículo en la revista «Enviromental Science and Technology» con las conclusiones de su estudio sobre esa «seria amenaza» que supone el uso cinegético de munición fabricada con plomo.

A los tres les llama la atención que, mientras muchos países han prohibido el uso del plomo en pinturas o combustibles, entre otros productos, esa prohibición no se extienda a la munición cinegética.