El Festival de Cine de Venecia 2010 llega a su fin con un sabor amargo ya que no se ha vivido esa emoción que genera una película extraordinaria ni el poder de las estrellas de primera que suelen proliferar en este tipo de eventos. No obstante, las más de 20 películas en competencia que congregaban al grupo más joven de directores que se recuerda ha sido considerada por los críticos como sólida y variada y ha proporcionado desde comedia francesa hasta minimalismo existencial polaco pasando por el drama chino lleno de efectos.

Sin un favorito claro ahora que se han proyectado todas las películas, el presidente del jurado, Quentin Tarantino, tiene la dura tarea de decidir quién gana el codiciado «León de Oro» a la mejor película en la ceremonia de clausura del sábado.

Entre las favoritas está la cinta china «La fosa» y la película rusa «Ovsyanki (Silent Souls)». También «Venus Negra». La película de Alex de la Iglesia «Balada Triste de Trompeta» dividió a las audiencias pero tuvo algunos fervientes admiradores en el festival, como Tarantino.