Ocho crudos minutos, los mismos que dura su corto "El pozo", le han bastado al cineasta mexicano Guillermo Arriaga para llevarse una sonora ovación por parte del público del 67 Festival Internacional de Cine de Venecia, en el que hoy se presentó esta cinta dentro de la sección "Horizontes".

El también escritor mexicano se sometió anoche por primera vez al veredicto del exigente público de la "Mostra" de la misma forma en la que lo hacen el resto de cineastas cuyos trabajos juzga él mismo en esta ocasión como parte del jurado de la sección oficial del certamen veneciano.

El resultado de ese examen es un aprobado con nota, al que también ha contribuido el actor Humberto Berlanga y que llega con una cinta, enmarcada dentro de las celebraciones del bicentenario de la independencia de México, que transmite al público la angustia de un abuelo que ve cómo uno de sus nietos cae a un pozo y no es capaz de rescatarlo.

"Creo que algo que puede hacer un país es celebrar lo que somos y saber nuestra propia identidad. Todos los países tienen que lidiar con el dolor y la crueldad. Y en este sentido, el corto nos permite entender quiénes somos. Aunque sea doloroso, es importante tener esta visión", comentó hoy Arriaga en una rueda de prensa.

De la imagen del folleto publicitario se debe entender "la historia, de un hombre, un abuelo, que mira al pozo. Se entienden muchas cosas viéndolo. Esta imagen sería la que daría sentido a todo. Es un momento de pensar qué es lo que necesitamos en México ahora", apuntó el cineasta.

"Creo que cada acto de violencia, toda guerra, afecta a gente inocente que nada tiene que ver. Creo que cada vez que decidimos actuar con violencia tenemos que entender que ello puede tener grandes consecuencias en gente que no tiene nada que ver", agregó.

Por su parte, una lección de interpretación y de buen cine, pero también de elegancia y glamour "a la francesa" fue lo que desplegó Catherine Deneuve a su paso por la Mostra con "Potiche", la comedia de François Ozon con la que suena para la Copa Volpi de Venecia, donde ya ha ganado en la alfombra roja.

Es Catherine Deneuve, que a sus 66 años sigue seduciendo a su público en la pantalla de "Potiche", donde saca su vis cómica para liderar una reconversión de la mujer objeto en empresaria de éxito, y desde luego en vivo y en directo en el Lido, donde ha sido una de los rostros más fotografiados.

Y con la presencia de Deneuve, se confirma que en la 67 edición de la Mostra, el brillo estelar se escribe en femenino: tras el paso de Natalie Portman, Jessica Alba, Sofia Coppola y la Deneuve, se esperan las presencias de Isabella Rossellini, Emmanuelle Seigner y Michelle Williams.