Cuenta, entre el centenar de joyas expuestas, con la primera traducción completa del Corán al castellano, el tratado del Mancebo de Arévalo, obra en la que un misterioso morisco recorre España entrevistando musulmanes a escondidas de la Inquisición, el Alkitab de Samarqandí, una colección de relatos ejemplarizantes o el «Tratado de creencia, de las prácticas y de la moral de los musulmanes», escrito por Mohammed de Vera, natural de Albarracín, en el siglo XVI, que finaliza así: «Alabado y bendito sea aquel que da pasada a nuestras culpas y pecados, y la salvación de dios sea sobre nuestro santo y bienaventurado profeta Mohamed...».