La población de Torregamones ha vivido un fin de semana inmersa en la celebración de las fiestas en honor a su patrón, San Ildefonso, y con tal motivo ha desarrollado una pluralidad de actividades religiosas, culturales y recreativas diseñadas para dar satisfacción a todos los sectores sociales.

La tercera edad, como viene siendo habitual desde hace el año 2010, recibe un rendido homenaje en un acto de reconocimiento a la curtida vida de los protagonistas organizado por la Asociación de Vecinos. En esta ocasión se hizo entrega de una placa a los nacidos en el año 1928: Adoración Alfonso Miano, Esmeralda Luengo, Consuelo Crespo, Manuel Blanco, Celia Isabel Carrero, Obdulia Simón y María Concepción Prieto. En algunos casos fue entregada por el nieto y en otros fue recogida por un familiar por hallarse los homenajeados lejos e incluso en otro continente, según informa Ángel Barrios.

Otro momento estelar de la celebración de San Ildefonso radica en la celebración de la santa misa culminada con la procesión y la bendición de los campos para implorar sanas y fértiles cosechas. Es una petición arraigada en la población del Parque Natural Arribes del Duero, y que tiene lugar además en unas fechas en que los campos presentan una estética florida y de gran verdor.

Competición de tito

Entre las iniciativas competitivas tiene su singularidad el concurso de lanzamiento del tito, cuyo ganador es el que más lejos logre propulsar desde la boca el hueso de una aceituna. Una de las mañas "es despojar lo máximo posible el hueso de carne y dejarlo bien liso".

El ganador fue José Daniel Barrios, "que es puro pulmón", y que lo lanzó 18,32 metros; y la ganadora Ana Pascual, con un lanzamiento de 7,24 metros.

La singular competición tuvo lugar en la Plaza Mayor, y fue seguida con gran expectación por el público asistente. La población disfrutó además de la búsqueda de tesoros mediante Geocaching y también de la escenificación teatral a cargo de la representación protagonizada por los niños del colegio.

Torregamones inició sus festejos el pasado viernes con el típico desfile de peñas, el chupinazo y la animación musical emanada de una discoteca móvil.

Este pueblo ribereño del Duero y fronterizo a Portugal tiene una profunda devoción a San Ildefonso.