El sol bañaba con ganas la pradera en torno a la ermita de la Virgen del Olmo, donde cientos de personas se congregaron en la mañana de ayer para celebrar la festividad de la patrona de Villaescusa. La comitiva que integraba a hijos del pueblo y a un buen número de allegados y visitantes llegó poco antes de la una del mediodía, con la banda de cornetas y tambores a la cabeza y con una posición privilegiada para las autoridades municipales, los mayordomos de la cofradía, María Gómez Santos y Guillermo González Santos, y para los cuatro niños que en el periodo de Pascua de este año recibieron su Primera Comunión, dos chicos y dos chicas.

Allí, ante la Virgen del Olmo, el párroco Antonio Pilo Pordomingo ofició la Santa Misa al aire libre, frente a la ermita, que no podría albergar a tal cantidad de devotos en su interior.

Finalizada la ceremonia comenzó el ritual más pintoresco de esta romería, la subasta de las andas de la Virgen del Olmo, contando en celemines, una unidad de medida en desuso que hoy en día se traduce en 60 céntimos de euro. Las cuatro andas fueron adjudicadas este año a 250, 200, 150 y 100 celemines respectivamente, o lo que es lo mismo, 150, 120, 90 y 60 euros respectivamente. Los ganadores de la puja disfrutaron del privilegio de portar a la patrona sobre sus hombros en la posterior procesión, que terminó con la subida de los niños a las andas de la Virgen. Los más pequeños son los protagonistas indiscutibles de esta fiesta, y por la tarde se había preparado todo tipo de juegos infantiles para que ellos se siguieran divirtiendo.

Hoy, Lunes de Pentecostés, se volverá a repetir el ritual pero con menos público, pues los emigrantes y forasteros no se suelen quedar hasta el último día de festividad, en el que la procesión termina con la entrega de varas a los nuevos mayordomos, que serán Marisol Durán e Inés Álvarez.