El equipo de investigación también trabaja en las riadas históricas del Duero a su paso por Zamora , ya estudiadas, según precisa, hace 50 años por Marquina, "que hizo una catalogación y una primera estimación de caudales, pero con los métodos disponible entonces". "La idea es revisar esta información para ver los caudales estimados y poder mejorar la información que hay actualmente sobre la peligrosidad y riesgos en la ciudad de Zamora y mejorar los mapas de inundaciones" explica Gerardo Benito, que en Arribes realiza su labor acompañado por un investigador de Israel. La investigación servirá "para saber si las crecidas se produjeron en momento cálidos o fríos, o de cambio climático, y si vamos a una tendencia de más calor". Para finales de julio está previsto culminar el trabajo de campo y en septiembre los informes.