San Marcos bendijo, un año más, las tierras de labor de Quintanilla del Monte para que los elementos proporcionen buenas cosechas y buenos pastos para el ganado. Aún quedan meses de trabajo, pero todo apunta que los frutos serán más abundantes que en el anterior año agrario, marcado por la sequía.

Todo el pueblo participó en la misa y en la procesión, vestidos para la ocasión, así como en el posterior refresco popular que estuvo amenizado por la música de una charanga.

Hoy, este pueblo terracampino vuelve a la normalidad después de culminar sus fiestas que se han desarrollado bajo un envidiable tiempo soleado, con las actuaciones del Trío Azabache y de la flamenca Miriam Raposo como platos fuertes, además de las comidas populares en las que todo el pueblo disfruta en hermandad de las viandas y de la compañía.