La ribera del Esla, a la altura de Puente Quintos, exhibía ayer un verde intenso propio de un idílico paisaje para acoger a los vecinos de Granja de Moreruela que acudían a su cita anual con la Virgen de los Montes Negros.
Cada 25 de abril la ermita pertenece a los granjeños y estos acuden al paraje con el Niño de la Bola, que cargan los más pequeños de la localidad hasta la pradera donde se celebra la misa campestre y el encuentro entre la pequeña imagen de Jesús, a la carrera por un lado, y la de su madre, que llega por otro en brazos de las mujeres de Granja, el momento más emblemático de la romería. Este año la eucaristía fue oficiada por el sacerdote Francisco Ortega Vicente, oriundo de Riego del Camino y ex-compañero de clase de muchos jóvenes granjeños, quien actualmente desarrolla su labor pastoral en Morales de Toro.
La jornada estuvo acompañada por un tiempo cálido que invitaba a regar con limonada las viandas que los romeros llevaron hasta el campo para compartir en familia. Empanadas y tortillas fueron los platos estrella en las tarteras, en las que no faltaba de nada. Solo el pendón parroquial de Granja, plantado a la orilla del Esla, lucía tanto como el sol que bañó el paraje durante todo el día.
La dulzaina y el tamboril pusieron banda sonora a la romería, que consiguió congregar a un buen número de personas a pesar de caer este año en miércoles, destacando la presencia de varios emigrantes en Francia y en Suiza, además de vecinos de otros pueblos de la zona que también se dejaron caer por el paraje de La Pedrera para sumarse al festejo. De hecho, en algunos momentos había cola para entrar a la ermita a encender las velas.
La anécdota de la jornada la protagonizó la campana, que no estaba en su puesto en el momento de anunciar la llegada de los romeros. El instrumento no permanece colgado todo el año en el campanario de la ermita para evitar su robo, pero se suele colocar en su lugar antes de que comience festejo, sin embargo, este año un despiste provocó que se subiera algo más tarde de lo habitual.
