La desaparición de una estela romana de la fachada de la Casa Rural de Argañín ha llamado la atención. Este histórico elemento daba nombre y era como el santo y seña del edificio denominado precisamente "Estela Romana". Pero nada tiene que ver con un robo. Es cuestión de custodia. El hueco dejado sobre la pared es un gesto más de los reveses que se dan a algunos de quienes dan rienda suelta a sus cosmovisiones en los aledaños del Parque Natural Arribes del Duero y Reserva de la Biosfera.

El flamenco Dirk Renaat Van Sichem, acosado por los infortunios y los problemas, que suponen entre otras repercusiones el embargo de la Casa Rural, decidió trasladarse a Segovia. Días atrás retiró la estela de la fachada para conservarla en un lugar seguro, con la intención de resolver la encrucijada, salir a flote algún día y recolocar la valorada pieza en otra vivienda del mismo Argañín.

"La estela romana pertenece al patrimonio de Sayago" afirma Renaat, que resalta su "amor a la etnografía y cultura profunda de un pueblo, de una comarca y de una comunidad". Fue "insultado", dice, por algunas personas cuando tomó en su mano la estela romana. Calificaron la acción de posible robo, pero Renaat Van Sichem niega semejante delito y sostiene que la consiguió "en plena calle y en una escombrera" de Torrefrades, formada al parecer con las obras de la restauración de la Casa de Viriato. "He salvado la estela de la escombrera y es mi orgullo descubrir algo que no es mío. Fui el que la descubrí y pertenece al pueblo, y el mejor sitio era ponerla en casa, vista al público, o en un museo" asegura el belga.

Su intención es restaurar una casa en ruinas de Argañín y recolocar "en el salón" la estela, que viene acompañada desde su rescate de los escombros de la polémica. Hasta quisieron denunciarle ante la Guardia Civil "cuando yo la he salvado de una escombrera".

La piedra lució durante unos años en un lugar visible de la Casa Rural, hasta que una concatenación de problemas personales y ajenos terminaron por malbaratar el destino de un hombre desvelado por los proyectos vanguardistas y rompedores.

A Dirk Renaat Van Sichem se le torció el horizonte, según afirma, cuando "de repente dejaron de existir líneas áreas baratas desde Bélgica a Villanubla (Valladolid). Era una fuente de mis turistas, que vienen de los Países Bajos, Alemania, Inglaterra y norte de Francia. Había tres líneas con potencial para mi y cerraron porque hay políticos nobles y buenos, pero hay fulanos vagos. Por eso no he conseguido sobrevivir".

Frustrado quedó igualmente su proyecto de poner en marcha una "aldea fronteriza, que era algo alternativo y positivo". Hace especial hincapié en la gastronomía sana, y alude a que realizó "cursos de formación para celíacos y de vinos y su maridaje". Expone su visión de ejercer una enseñanza ligada "a la naturaleza". "Tenía setenta rutas originales en toda la zona de Sayago y Tras os Montes. Mi poder estaba basado en el turismo internacional" añade al desgranar sus iniciativas.

Recalca Renaat Van Sichem su conexión "con la arquitectura, la cultura y la etnografía de ambos países", pero reconoce que "no he podido fertilizar la idea".

Expresa su malestar especialmente porque no haya salido adelante un proyecto energético, consistente en instalar parques eólicos y fotovoltáicos y dotar de placas a los aparcamientos del campo deportivo y otros lugares de Bermillo de Sayago que supondrían electricidad gratis o a bajo precio para el municipio. Sostiene que entre los lagos del norte de la provincia y el embalse de Almendra siempre hay corriente. La disposición de medidores de viento darían fe del recurso eólico. Era una iniciativa que contaba, según precisa Dirk Renaat con el apoyo personal de Galicia, Portugal, Brasil y de Bélgica. Habla de 250 puestos de trabajo. Ese impulso era beneficioso para los municipios.

Este proyecto era más que conocido por la Asociación de Empresarios de Sayago pero las circunstancias política a nivel nacional "lo dinamitaron", de modo que unos años de trabajo de llenar de contenido el trabajo, prácticamente concluido, no le ha reportado dinero alguno "porque no hay ningún molino" y todo quedó en un espejismo. "Lo he perdido todo" manifiesta el flamenco, un tanto dolido por el final del "gigantesco" proyecto relacionado con la energía renovable. Critica la falta de determinación de algunos responsables instalados en los departamentos correspondientes "incompetentes" del todo porque no son ingenieros y proceden de ramas que no tienen nada que ver con la energía. "No tienen c. para ver el proyecto y lo han torpedeado". También sospecha que hay intereses del sector energético interesado en que no salgan adelante iniciativas que tienen que ver con el autoconsumo o ajenas a sus empresas.

A estos reveses se unen problemas personales que también le minan su pensión.

Dirk Renaat Van Sichem defiende que su acción de retirar la estela romana de la Casa Rural de Argañín no tuvo nada de encubrimiento y se hizo "en público". Además, menciona que cuenta con otras piezas de valor histórico como "una tinaja para esconder dinero, que es historia, algunas cruces y una piedra grande que protege la puerta que pone 1812.

Ahora es una persona que trata de superar un situación comprometida y que confía que regresar de nuevo a Sayago y dar visibilidad a la historia.