La Junta espera recibir "en los próximos días" la autorización de la Consejería de Medio Ambiente para abatir un lobo en la comarca de Sayago, ya identificado por los agentes medioambientales, que sería el causante de la sucesión de ataques producidos en varias explotaciones en la zona de Moral, Moralina, Muga o Fresnadillo.

Hasta cinco episodios en cuatro días, como se ha puesto de manifiesto en la reunión de representantes de Asaja y ganaderos sayagueses con el delegado territorial, Alberto Castro.

La propia delegación ha solicitado hace unos días la autorización para abatir un ejemplar de lobo, que tiene que venir concedida de Europa previa «motivación expresa» al no ser considerada especie cinegética al sur del Duero.

El delegado aprovechó el encuentro, donde los ganaderos volvieron a alertar y denunciar los daños que sufren en sus explotaciones, para defender con datos la «tendencia estable» de los ataques lupinos. De acuerdo con el balance de la Junta, en el año 2017 fueron 146 en la provincia de Zamora —56 al sur del Duero y 90 al norte— con un saldo de 429 cabezas de ganado muertas. Este año se llevan contabilizado 79 ataques de lobo con 180 reses perdidas.

En cuanto a las medidas de control de la especie, Alberto Castro destacó los 30 lobos abatidos al norte del Duero (donde es especie cinegética) durante la campaña 2017-2018, que se traduce en «más del 75% de los cupos cinegéticos». Un «buen» porcentaje que «demuestra el alto grado de cumplimiento y nos hace ser optimistas» precisó el responsable de la Junta. De esos 30, diez se cazaron en la Reserva Sierra de la Culebra, otros 10 en cotos de Sanabria, 4 en Benavente-Los Valles y 6 en cotos de Aliste.

Aunque los ganaderos recibieron «con alivio» la noticia de la eliminación de un lobo en Sayago, consideran que la medida «no es suficiente», como pusieron de manifiesto al delegado.