El montañero y fotógrafo, Daniel Boyano Sotillo, presentó el pasado jueves en el Ayuntamiento de Puebla "Alpinismo y Cultura en Montañas del Mundo". La ponencia está basada en las expediciones del montañero sanabrés por distintas montañas del mundo como el Himalaya, Atlas, Andes o Alpes y trató de explicar la relación de la montaña y la cultura. Por un lado la cultura en la montaña (tradiciones, leyendas, templos, lugares míticos...) y por otro lado la montaña en la cultura (libros, películas, pinturas... de montaña).

Para Boyano "a la montaña se debe acudir con respeto, en silencio y con armonía, como si de una visita a un museo se tratase, no como a una pista deportiva"

Considera que "si de verdad te gusta la montaña y no la ves como un simple escenario es necesario estar el mayor tiempo posible para impregnarte de naturaleza. Los olores, colores, viento... en incluso frío tienen que ser interiorizados para ser comprendidos ya que solo se cuida aquello que se quiere, y para quererlo hay que conocerlo dedicándole tiempo y tranquilidad. Es necesario caer en el hechizo de la montaña y para ello le tienes que dedicar tiempo". Añade que "es imprescindible transmitir esto a otras personas para que respeten las montañas porque no solo son grandes, son también grandiosas. No sé si el montañismo es un deporte, para mi es mucho más. En los deportes hay ganadores y perdedores, en la montaña no; la montaña tiene extensa literatura, los deportes no; el montañismo se practica en ambientes naturalizados, otros deportes no...". También es importante tener en cuenta que cuando entran 500 personas corriendo por zonas de cría de animales puedes crear daños irremediables".

Para finalizar se realizó un breve debate sobre el respeto a la montaña y la necesidad de "engrandecer a la montaña, tanto moralmente como físicamente alejando aparcamientos de vehículos, funiculares, telesillas... de sus cumbres para tener una capacidad de carga aceptable en lugares donde la naturaleza se presenta en toda su grandeza y si se masifica se daña ambientalmente, además de perder su magia.