La feria del asno zamorano-leonés cumple el próximo sábado en San Vitero 20 años, dos décadas en las que la raza ha recuperado sus características morfológicas gracias al esfuerzo conjunto de criadores, Diputación de Zamora y Junta de Castilla y León que han seleccionado los mejores ejemplares para realizar sucesivos cruces.

La idea que echó a andar en un momento crítico para la pervivencia de este animal propio del oeste de la provincia, a finales de 1995, gracias a un grupo de personas empeñadas en conservar una raza de gran valor histórico y etnográfico, entre los que se encontraba José Emilio Yanes, responsable de Producción Animal del Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería del Gobierno Regional, quien apuntó que el trabajo realizado con el burro zamorano-leonés es hoy "un referente en toda España de cómo conservar una raza en peligro de extinción".

La Diputación de Zamora también apoya el trabajo de recría desde 1997 con una línea de ayudas que en el último año fueron de 45.000 euros, y otra para el funcionamiento de la asociación de criadores (Aszal) que en 2017 ascendió a 8.750 euros, según informa el diputado de Agricultura y Ganadería, José María Nieto. Además, la institución provincial dispone desde 1992 de un núcleo de conservación de ejemplares de alto valor genético en Madridanos.

Lo que ha cambiado en estas décadas es tanto los usos de este animal doméstico como su distribución geográfica. Lejos han quedado los tiempos en los que el burro zamorano-leonés se utilizaba como animal de transporte y tracción en los pueblos de Aliste, hoy en día abundan los propietarios que crían burros por gusto, y que no necesariamente se dedican profesionalmente al sector agrícola. Este tipo de criadores se distribuyen por otras zonas de Zamora y también en provincias diferentes e incluso en el extranjero, mientras que en Aliste es Villalcampo el pueblo que conserva el mayor número de criadores tradicionales. Aszal, sigue investigando nuevos aprovechamientos de este ganado.

El sábado se juntarán en el recinto ferial de San Vitero entre 40 y 60 ejemplares de la raza, pertenecientes a Aszal, a la Diputación de Zamora y a criadores alistanos. La entrada al público se abrirá a las 10.30 horas y se cerrará sobre las 15 horas, y a lo largo de la mañana se sucederán un concurso de habilidades del burro para demostrar "la capacidad de adiestramiento de esta raza, que puede aprender a realizar muchísimas labores diferentes", explica Jesús Gabriel, secretario de Aszal, y una pasarela en la que se explicará el patrón racial del burro zamorano-leonés, los usos que tenía tradicionalmente el animal, sus nuevos usos y lo que eran los garañones, que otorgaron a la raza zamorano-leonesa su buena fama: burros macho gigantes, capaces de montar a una yegua y producir mulas.

Para terminar, a partir de las 13.30 horas se entregarán los trofeos del vigésimo Concurso Morfológico Nacional de la raza y se subastarán siete ejemplares, cuatro hembras con precios de salida entre 1.000 y 1.500 euros y tres machos con precios de salida entre 300 y 500 euros. La ruta a San Juan del Rebollar programada para la tarde ha sido suspendida. Lo que sí se podrá ver en el recinto ferial es una exposición de los 20 carteles que han anunciado la feria en estos años.