El lobo vuelve a aparecer por los parajes sayagueses. Ayer por la tarde fue la última vez en Fresnadillo de Sayago, donde el ganadero Eduardo Herrero vio con sus propios ojos cómo el lobo "salía corriendo" nada más atisbar presencia humana.

A su pasó dejó una oveja muerta. "Si no llego a aparecer no se la que hubiera preparado" lamentaba el ganadero minutos después del nuevo episodio.

Porque Eduardo Herrero, cuya explotación fue una de las visitadas por técnicos europeos que estudian medidas para compatibilizar la presencia del lobo y el ganado, lleva "más de cincuenta ovejas muertas en año y medio".

Al ataque de lobo de ayer en el pago de las Calabazas de Fresnadillo se suman los registrados en los últimos días en ganaderías de Moralina, Moral y Luelmo de Sayago.