Aún me sorprendo en conversaciones que creía que nunca tendría a estas alturas de la vida, en el año 2018: "Lo hace ella, yo no sé lavar, yo no sé planchar, yo no sé cocinar, mujer tenía que ser (en el coche)", a las cuales suelo contestar siempre: primero con sorpresa y, en bastantes ocasiones, con enfado. Se dan entre personas cada vez más jóvenes. Me pongo a reflexionar y siempre es la palabra "sé". Creo que el problema radica en el verbo saber. Mis padres me educaron en igualdad con mis hermanas. Nunca se nos dijo qué debería hacer cada uno. Estudiamos, trabajamos en casa y fuera, siempre se nos trató por igual, ni unos más fuertes ni otras más sensibles. La afirmación que siempre nos han repetido en casa: "llegarás donde quieras llegar". Nos inculcaron desde el primer minuto la igualdad. Nos enseñaron a saber hacer de todo y el resultado debe funcionar.

Por otro lado, en mi entorno, tanto formativo como laboral, he tenido siempre compañeros y compañeras. La Junta de Gobierno local es paritaria 50/50, y en el Ayuntamiento trabajan más mujeres que hombres; y la verdad es que es cierto que los tiempos cambian, y en la administración pública las oportunidades laborales son las mismas, pero la base sigue siendo la misma: el "sé". No quiero tener que hablar de igualdad cuando en mi cabeza y en mis convicciones no hay diferencias de género, cuando mi comportamiento diario no cabe la diferenciación: iguales derechos e iguales obligaciones. No quiero tener que hablar de "portavoces y portavozas".

Tenemos una oportunidad de inculcar los valores a nuestros jóvenes, mis sobrinas heredarán mis mismos valores. Serán lo que quieran ser y jugarán, y se vestirán como quieran, decidirán por ellas mismas, "llegarás donde quieras llegar".

Para ello debemos seguir trabajando en las medidas correctoras necesarias, en la educación empezando por la propia casa, en empresas y en todo ámbito que tenga que ser revertida la situación de desigualdad. Continuando y mejorando en las políticas de integración, y por supuesto eliminando la violencia por cuestión de género.

"Llegarás donde quieras llegar".