Cerca de 40 personas se sumaron ayer a la concentración convocada por las mujeres de Sanabria ante el Ayuntamiento de Cobreros para reivindicar el Día Internacional de la Mujer, el acto principal de la jornada junto con la concentración en el Instituto de Secundaria Valverde de Lucerna de Puebla de Sanabria.

Algunas mujeres se sumaron a la jornada de huelga con paros parciales de dos horas en su jornada laboral, como las trabajadoras del Centro Municipal de Deportes de Puebla o las que no pudieron hacer huelga"colgaron su mandil en el balcón", como en Asturianos.

La concentración de Cobreros reunió a un grupo de mujeres más numerosos de lo esperado, y algún hombre, procedentes de los 13 pueblos que forman el municipio, y de otros puntos como San Ciprián de Hermisende, Rábano o Puebla de Sanabria.

Los palos de las escobas, fregonas y aperos sirvieron para sujetar la pancarta y dar visibilidad al colectivo rural "La mujer Sanabresa lucha por la Igualdad" e incidir con el lema de "La mujer rural defiende sus libertades".

Siguiendo con la reivindicación del día "Somos mujeres, somos rurales. Hoy paramos", y todo un alegato "Mujer rural vive contenta y feliz, que la paz de nuestros pueblos no la tienen en Madrid".

Los pañuelos a la cabeza, los paraguas morados y las prendas moradas bajo los abrigos dominaron los atuendos reivindicativos.

María Jesús García Muela leyó el manifiesto para reivindicar "la igualdad que por derecho propio nos pertenece". Está en juego "nuestra dignidad como mujeres y personas. A igual trabajo, igual salario".

Las mujeres rurales "sufrimos una doble discriminación, primero por ser mujeres y segundo por vivir en el pueblo" como denunció María Jesús García Muela.

Gobiernos y sociedad han admitido la discriminación "y nos tachan de sexo débil ¿Os podéis imaginar qué pasaría si la mujer dejara de ser el pilar de la familia, lo que pasaría si dejara de cuidar a los hijos y los padres y ser la unión familiar?".

María Jesús García subrayó la abnegación, la valentía para sacrificar su vocación, su independencia económica, su libertad "para entregar lo mejor de su vida a la familia y la sociedad".

Hasta el último minuto de la concentración se fueron acercando algunas trabajadoras profesionales, como la médico y la enfermera de Cobreros, que venían a la consulta tras atender una urgencia, o un matrimonio de ganaderos que se acercaron después de despachar.