Castilla y León continúa adelante con el proceso de concentración parcelaria que aún tiene pendientes un total de 1,8 millones de hectáreas en todas las provincias de la Comunidad, lo que supone un 32,88% del total de la superficie concentrable. Los trabajos han concluido en más de 3,8 millones de hectáreas, a las que habría que sumar más de 206.000 que ya han superado la fase de replanteo pero que aún no disponen de acta de reorganización, lo que deja una superficie total concentrable que supera los 5,7 millones de hectáreas.

Así lo recoge la Memoria 2016 elaborada por la Dirección General de Producción Agropecuaria e Infraestructuras Agrarias de la Consejería de Agricultura y Ganadería, que pretende resumir la situación de la concentración parcelaria a 31 de diciembre de 2016 después de las actuaciones acometidas para la obtención de explotaciones agrarias con una estructura territorial y productiva "acorde a los grandes cambios que ha sufrido la agricultura en estos últimos años", dicta el documento.

La ejecución de la concentración parcelaria es muy desigual entre provincias de Castilla y León. Zamora se sitúa mejor que la media, con un 25,7% de superficie pendiente de concentración sobre el total -163.026 hectáreas sin concentrar frente a 632.409 concentradas- frente al 32,8% del conjunto regional. Mejor que Zamora están Segovia (24% de superficie sin concentrar), Soria (17,4%) Palenica (12,7%) y Valladolid, donde apenas queda un 5,4% de superficie sin concentrar. En una situación parecida está Burgos, con un 26,7% de su superficie pendiente, y con mucha más tarea pendiente Salamanca (50,3%) de su superficie sin concentrar), León (57,2%) y Ávila (62,2%).

Al margen de la superficie en la que ya han finalizado los trabajos de concentración, hay otros terrenos que se encuentran en proceso y en los que se sigue avanzando. Según el citado informe, están en fase de bases -desde la declaración de utilidad pública hasta el proyecto-, un total de 89.905 hectáreas en la Comunidad, en su mayoría en las provincias de Burgos (27,2%), Palencia (24,8 por ciento) y Soria (20%).

La memoria cifra en 75 las zonas en las que se está actuando en concentración parcelaria desde la fase de utilidad pública hasta el acuerdo -primeras concentraciones-, con una superficie de 171.564 hectáreas, lo que supone un 77,79% del área total en el que se está trabajando -el resto son 48.976 hectáreas de reconcentración- en la Comunidad. Además, son otras 2.667 zonas las que ya se dan por concluidas en este análisis -por haber superado la fase de acuerdo- de las 2.742 de toda Castilla y León.

En la provincia en la que más se está actuando, según la Memoria de 2016, es en Palencia, en concreto en 36.241 hectáreas, seguida de Burgos, con 33.641; Soria, con 24.354; y Zamora, con 23.696. Le siguen León, con 18.479 hectáreas objeto de actuación; Salamanca, con 17.286; y Segovia, con 13.415. Muy lejos se sitúa Ávila, con 4.452 hectáreas, mientras que en Valladolid no se están ejecutando actuaciones correspondientes a primera concentración.

Las Organizaciones Profesionales Agrarias coinciden a la hora de apuntar a las concentraciones y reconcentraciones como "una de las mayores necesidades" que tiene el sector en materia de infraestructuras, al tiempo que destacan la importancia de acometer reconcentraciones, ya que muchas de las concentraciones se encuentran "obsoletas" al haberse acometido hace casi medio siglo.

El presidente de Asaja, Donaciano Dujo, recuerda que Castilla y León "se concentró en los años 60 y 70" pero apostilla que ahora se dispone de maquinaria "más grande" y las fincas han cambiado "tanto en secano como en regadío", además de que se ha reducido el número de propietarios y de agricultores. Para Dujo, las concentraciones tendrían que acometerse "a nivel de comarcas para que sea mucho más efectiva la concentración o reconcentración y se adapte más a los agricultores". Por todo ello, desde Asaja piden a la administración que "potencie al máximo" estos modelos de concentración "para concentrar o reconcentrar la mayor parte de los territorios de Castilla y León" porque lamentó que se está haciendo "mucho menos de lo que sería necesario".

En la misma línea se expresan los miembros de la Alianza UPA-Coag. El secretario general de UPA en la Comunidad, Aurelio González, califica como "prioritarias" las concentraciones y pide su continuidad ya que hay muchas zonas donde "no se está avanzando lo suficiente". Además, y en relación al nuevo decreto, considera que tendrá que "potenciar" y trasladar a las comarcas la importancia de las reconcentraciones "donde se hicieron antaño" y supondrían "poco coste" al estar ya hechos los caminos, que ahora "podrían arreglarse". El coordinador de Coag en Castilla y León, Aurelio Pérez, aboga también por mayor número de concentraciones, aunque reconoció que es algo complicado "cuando en algunos sitios no se ha empezado". Pérez lamenta que se trate de procesos "largos, lentos y tediosos" que tendrían que avanzar "más deprisa" y ser "más efectivos" porque "no podemos estar en estas situaciones donde nos cogen los cambios de dos reformas de la PAC para una misma concentración", asegura. Y aunque defiende la propiedad, puntualiza que tiene que hacerse "una priorización" porque la actividad y la producción "no puede estar sujeta a decisiones de personas que no viven de la agricultura", señala.