El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha declarado nula la Orden AYG/887/2016 de 17 de octubre por la que se autoriza como medida fitosanitaria la quema de rastrojos de cereales en Castilla y León. La sentencia del Tribunal, con sede en Valladolid, estima el recurso contencioso-administrativo interpuesto por la Federación de Ecologistas de Castilla y León, y supone un varapalo para el sector agrícola, defensor de la quema de rastrojos como "una herramienta muy útil para controlar plagas, enfermedades y malas hierbas".

Así lo apunta la Alianza UPA-COAG, que reclama al Gobierno regional que recurra el fallo del TSJ de Castilla y León "y defienda como se merece a un sector económico estratégico clave en Castilla y León como es el agrario".

La sentencia que la Orden impugnada "no cumple ninguna de las finalidades para las que se dice que se dicta y vulnera el Real Decreto 1078/2014, que establece las normas de condicionalidad que deben ser cumplidas en el marco de la Política Agraria Comunitaria". Normas que van dirigidas a garantizar unas buenas prácticas agrarias que hagan posible una actividad "sostenible y respetuosa con el medio ambiente".

Problema fitosanitario

Además argumenta el Tribunal que en la Orden de la Junta "no se exige prueba alguna que acredite la existencia de un problema fitosanitario. Basta con que se rellene la solicitud de autorización y que dé el visto bueno el alcalde, cuyos conocimientos en materia fitosanitaria no se presuponen. No se establece ningún mecanismo de control que la certeza de la existencia del problema fitosanitario ni de recogida de datos, por lo que difícilmente puede servir esta Orden para llevar a cabo esa labor investigadora que se dice ser precisa, sobre la eficacia de la quema de rastrojos como medida fitosanitaria".

Para la Alianza UPA-COAG resulta "sorprendente" que Ecologistas en Acción haya basado su argumentación ante el Tribunal en que "no consta en el expediente ningún dato o informe que justificara la necesidad de dictar dicha resolución como medida fitosanitaria de control de plagas, ni que existieran plagas en la Comunidad y que, de existir, la quema de rastrojos no era el medio adecuado y necesario para combatirlas", y sin embargo "no hayan aportado absolutamente nada, con base científica, que justifique los efectos tan nocivos de la quema de rastrojos en el campo, ni que tampoco indiquen ninguna alternativa viable para sustituir dicha práctica".

La organización agraria recuerda que la sociedad reclama de los agricultores la producción de alimentos "a precios asequibles para todos, y que para esa fundamental labor necesitamos herramientas y no las continuas trabas y la criminalización que algunos grupos de presión se están especializando en difundir sobre los propios agricultores". La Alianza precisa que si no se permite la quema de rastrojos "parte de la superficie quedará abandonada en breve por la falta de rentabilidad económica, y eso sí será un riesgo serio de que suframos más incendios por abandono de cultivos y del medio rural".