Mariano Manjón Rodríguez es Teniente de Alcalde en el Ayuntamiento de Figueruela de Arriba y alcalde pedáneo en el pueblo que le vio nacer en 1932 y donde ha residido siempre: Moldones.

-¿La sequía y la escasez de agua puede convertirse a corto, medio y largo plazo el gran problema de los pueblos?

-Sin lugar a dudas. En muchas localidades ya lo es. Cada vez llueve menos y los acuíferos se van agotando. Antes salías al campo y había fuentes donde saciar la sed; la mayoría ya han desaparecido.

-Moldones y sus vecinos vivieron antaño mirando al río Manzanas.

-Así es. Pasa por nuestro término, marcando la frontera con Portugal. Antaño, cuando había en el pueblo 90 vecinos (familias), se repartió en la "Vega del Molino" una huerta para cada uno. Es un terreno llano, buena tierra, agua para regar y buen microclima, allí se criaba todo lo que se sembraba para abastecerse todo el año: patatas, remolacha, berzas, nabizas, tomates, pimientos, calabazas, garbanzos y frejoles. Era un vergel. Hoy esta ya todo abandonado. El Manzanas nunca se secaba y este año se secó. La cosa está muy mal.

-Sois el pueblo que cuenta con la particularidad de ser el único de España donde durante la posguerra se raciono el agua.

-Es cierto, Así nos lo han contado siempre nuestros padres y abuelos. Fue por 1944, hubo una sequía terrible y sólo la Fuente Grande tenía agua y hubo que racionarla, un cántaro para cada vecino para beber y para cocinar. Si había que amasar se les daba otro cántaro para hacer las hogazas. Lo pasamos muy mal.

-¿Cómo se solucionaba el problema de higiene personal?

-La solución estaba en el río Manzanas, pero pasa a alrededor de siete kilómetros del pueblo. La mujeres cogían el carro con las vacas, lo cargaban con la ropa y allí estaban todo el día. En invierno mal porque hacia frío y en verano porque hacia mucho calor y había muchas tareas que atender. Tambien entonces para bañarse había que ir al río Manzanas. Lo bueno que tenia era que entonces las aguas eran puras y cristalinas y se podía incluso beber en el río.

-¿Cómo ve el futuro del medio rural alistano?

-Mal, muy mal. Nunca perderemos la esperanza, pero la realidad es que la mayoría de los que quedamos somos mayores. Sin niños y jóvenes el futuro se presenta triste, pero vecinos y autoridades seguiremos luchando por ellos mientras vivamos. Ahora nuestra prioridad es garantizar el suministro de agua durante todo el año.