Los padres de los niños de la guardería de Roales están en pie de guerra contra el Ayuntamiento y su alcaldesa, Berna Miguel, que ha instalado un calefactor que funciona con una bombona de gas para calentar las instalaciones de forma provisional hasta que el servicio técnico solucione un problema con la caldera de pellets, que dejó de funcionar el martes 6 de febrero. A una buena parte de los papás y las mamás les preocupa que el gas de la bombona pueda dañar la salud de sus hijos, que no de suficiente calor y se acatarren o que los pequeños se quemen.

La alcaldesa, Berna Miguel, afirma que en estos días "la temperatura de la guardería por las mañanas era de 20-21 grados" y garantiza que la instalación es "completamente segura y no hace ruido", por lo que "se quedará hasta que se solucione el problema de la caldera, que esperamos sea lo más pronto posible". Mientras tanto invita a cualquier padre o madre que esté preocupado "a entrar a la guardería para ver el calefactor". La máquina se ha instalado en un lugar al que los niños no pueden acceder, concretamente en el baño de las educadoras, así que "es imposible que se quemen", manifiesta Miguel. Sin embargo, las madres, por su parte, aseguran que uno de los niños sale de la guardería con dolor de cabeza desde que está el calefactor y que otro ha contraído una bronquiolitis.

La preocupación por la presencia de una bombona de gas en el edificio llevó a los padres a proponer alternativas como la instalación de cañones eléctricos, que el Ayuntamiento descartó "porque no calientan lo suficiente en un edificio que tiene cien años y es muy húmedo, ya teníamos un sistema así y crecían hongos detrás de las puertas hasta que se optó por la caldera de pellets, y también por eso estamos haciendo un esfuerzo muy grande en el Ayuntamiento de Roales para construir un nuevo edificio de guardería. Además tampoco tenemos suficiente potencia contratada para que funcionen, y ese cambio tardaría semanas", relata la regidora. Incluso otros propusieron el uso de un generador que se podría instalar en el patio, "pero eso generaría una contaminación acústica muy grande y además nos obligaría ha instalar un nuevo cuadro eléctrico y solicitar un boletín que tardaríamos varios días en tener".

La reparación de la caldera de pellets se ha prolongado en el tiempo porque la avería responde a un problema con la placa base "que ya ha sido sustituida y estamos a la espera de que la configuren", explica la Berna Miguel, quien dice entender la "impaciencia" de los padres "pero yo no puedo hacer otra cosa más allá de llamar a la empresa y proporcionar una forma alternativa de calentar la guardería mientras tanto, no soy técnico de calderas". En los últimos años las calefacciones de pellets se han popularizado en toda España "y el servicio técnico no ha crecido tanto y no funciona tan rápido como sería deseable", lamenta. En un primer momento la regidora creó un grupo de WhatsApp desde un móvil del Ayuntamiento para informar a los padres y madres de los avances en la reparación, "si en los últimos días no he vuelto a escribir es porque no hay ninguna novedad",

En dicho grupo de WhatsApp sí que se ha calentado el ambiente. La alcaldesa asegura que algunos padres "han lanzado insultos y ataques, no hacia el Ayuntamiento, sino hacia mi personalmente, que no puedo consentir", aunque cree que son una minoría porque "la mayoría de los padres están callados y sienten vergüenza de la actitud de tres o cuatro". La reunión celebrada el pasado martes por la tarde también fue de lo más tensa, confiesan ambas partes.

Pero las explicaciones de la alcaldesa no convencen a todos y algunos de los padres han denunciado la presencia de una bombona de gas en la guardería ante la Diputación de Zamora y la Junta de Castilla y León. De hecho, el Ayuntamiento ya ha recibido una llamada del servicio de Familia e Igualdad Social de la Diputación de Zamora, "pero lo único que les preocupaba era que salieran en la prensa noticias negativas de una guardería incluida en el programa Crecemos", asegura Berna Miguel, "y no de los problemas de la guardería de Roales". Desde dicho departamento advirtieron a la alcaldesa de que el tema llegaría a instancias superiores y volvería a recibir llamadas, y ella responde que "estoy encantada de que me llamen, de hablar con quien sea y que me expliquen cómo me van a ayudar a solucionar los problemas de la guardería de Roales, porque este edificio tiene más de cien años y humedades, yo les he pedido ayuda para construir uno nuevo, mejor aislado, y todavía estoy esperando a que me contesten de la Diputación o de la Junta". El programa Crecemos de la Diputación se limita a dar subvenciones anuales de 11.000 euros a cada guardería del mundo rural, independientemente de si tocan a 2.200 euros por niño, como la de Santibáñez, o a 392, como la de Roales, que es la que cuenta con más usuario por encima de municipios como Villalpando, Moraleja o Villaralbo.