Fermoselle clausuró ayer un curso de risoterapia y envejecimiento activo con la entrega de los correspondientes diplomas a las personas que tomaron parte en el esta iniciativa.

Un total de veinticinco integrantes, de entre 40 y más de 70 años, han seguido "de una forma fija y regular" el desarrollo del curso, iniciado en el mes de diciembre.

La alcaldesa del municipio, Angelines Domínguez, destacó ayer la importancia de cursillos de esta naturaleza, dedicados a personas que de este modo realizan actividades "que sirven para activar la memoria y mejorar las expresiones" en muy diferentes sentidos, tanto corporal como mentalmente.

El curso se desarrolló el jueves de cada semana. La regidora fermosellana confía en que este año la villa cuente con algún cursillo de la misma índole porque, según afirma, "son muy interesantes para las zonas rurales". Pone de manifiesto que "son necesarios porque en las ciudades las personas tienen más posibilidades para ocuparse en diversas actividades".

Domínguez pone de relieve que el curso de risoterapia y envejecimiento activo, organizado en el Club de Jubilados, "es muy positivo y ha dejado a la gente muy contenta". Las participantes han convivido en estos encuentros en un ambiente de gran animación y entretenimiento.

El curso se desarrolló con la financiación de la Diputación provincial de Zamora y la colaboración del Ayuntamiento.