El ganadero de Palazuelo de Sayago, Manuel Ríos Manjón, perdió ayer una oveja por la predación de los buitres que devoraron el animal en poco más que canta un gallo.

"Dejé la oveja por la mañana al abrir las cañizas, porque estaba de parto. Fui para casa y al volver, a los tres cuartos de hora, me encontré con unos setenta buitres y del animal no quedaba más que la piel" afirma Manuel Ríos.

Señala el ganadero de ovino que es una situación repetida, "que he denunciado a Medio Ambiente pero nunca he conseguido nada".

Pone de manifiesto que los buitres "ya no son simples carroñeros y ahora en cuanto ven sangre van a por animal porque no tienen nada que comer. Si las personas no tuvieran para comer robarían, y los buitres, que antes no atacaban porque tenían animales muertos por el campo, ahora están a comer lo que pueden. Cuando dejo un animal muerto dentro de la nave los buitres se colocan sobre el tejado".

El ganadero de Palazuelo critica la situación que atraviesa el sector agrario en estos momentos porque, subraya, "además de los ataques al ganado, está que los jabalíes tienen levantado el 50% de los sembrados. Andan por las fincas y hasta por las calles del pueblo".

En su criterio, la solución a esta situación "es que nos vayamos y que todo quede para la fauna salvaje".

La Alianza COAG - UPA exige a la Junta de Castilla y León "que se establezcan zonas controladas en las que se aporte alimentación a estas aves por parte de la Administración y se establezcan medidas de compensación por los daños que causan estas especies protegidas".

Este suceso viene a sumarse a la muerte este mismo mes de febrero de un ternero de apenas dos días en una explotación de Fadón.

El ganadero Matías Ballesteros atribuía en su caso la muerte a águilas, aunque otras fuentes apuntaban a los buitres