El polígono industrial de Tábara se ha quedado sin electricidad debido a que la mayor parte del cableado ha sido sustraído. El robo fue descubierto por Miguel Lozano, vecino y concejal de la villa en la oposición, cuando paseando por la zona en la tarde del viernes se percató de que había una arqueta abierta, al acercarse encontró un amasijo de cables cortados en el suelo y contó al menos otras cuatro arquetas destapadas. "El interior estaba vacío, no habían dejado nada de farola a farola, solo lo que tiraron", relata el testigo.

El alcalde, José Ramos, ha confirmado a este diario el robo. "Esta es la mayor lacra que tenemos en nuestra provincia", lamenta hablando de los hurtos y robos cada vez más habituales en el medio rural. El regidor informa que por el momento desconoce si los ladrones dejaron algo de cableado sin dañar, a cuánto asciende el valor de lo robado, o si el seguro municipal cubre el robo. De lo contrario, el Ayuntamiento se vería obligado a costear la reposición de la instalación si pretende que el área industrial se desarrolle algún día.

Los cacos aprovecharon la falta de vigilancia en el polígono de Tábara para llevarse un buen botín de cobre, ya que la zona está prácticamente desierta, no hay empresas. "La Chana" fue inaugurada a finales del año 2012 después de muchos años de trabajo por parte del Ayuntamiento en colaboración con la Diputación de Zamora y con la Junta de Castilla y León, que invirtieron más de un millón de euros en su urbanización, y cinco años después permanece igual que entonces. En la villa unos culpan a las instituciones promotoras por falta de previsión a la hora de invertir, otros a las malas comunicaciones -el mal estado del firme y la proliferación de la fauna descontrolada dificultan la conducción por la carretera Nacional 631- y otros a la crisis económica, pero el caso es que han florecido árboles en lugar de empresas en este polígono situado junto la carretera de Puente Quintos, entre la travesía de la Nacional y el trazado de la vía del AVE a Galicia.

El proyecto contemplaba un polígono de 54.981 metros cuadrados, de los cuales 29.701,77 corresponden a la superficie de uso industrial distribuida en 32 parcelas. Cuenta con calles asfaltadas y con aceras, farolas y plazas de aparcamiento.

El mismo viernes por la tarde Miguel Lozano dio aviso de los indicios que encontró a la Guardia Civil y acudieron dos agentes del puesto de Manganeses de la Lampreana que cerraron las arquetas descubiertas. "También intenté ponerme en contacto con el alcalde por teléfono, pero no me lo pudo coger", asegura. El pasado lunes volvió a denunciar los hechos en el puesto de Tábara por indicación de los primeros agentes.