El día del Antruejo marcaba el fin de un ciclo nacido con la Navidad y abría otro camino de la Pasión de Cristo señalado antaño por las prohibiciones. Durante la Cuaresma, cuando los niños pedían alimentos prohibidos como el chorizo, jamón o tocino la respuesta de madres y abuelas era la misma: "Se los ha llevado la mujer de las siete piernas" del dicho popular: "De siete hermanas que somos / la primera que nací, / la que menos tiempo tengo / ¿Cómo puede ser así?: la Cuaresma.