La capa parda de la Tierra de Alba se convirtió ayer en la gran protagonista en la capital de los ancestrales, históricos y preciados bordados carbajalinos arropada por la capa parda alistana de honras y respeto.

Manuel Fidalgo Guillermo, alcalde del Ayuntamiento de Carbajales de Alba, fue el encargado de dar la bienvenida a todos los participantes a los que se obsequio con un sabroso desayuno antes de iniciar en una jornada con mucho sol, pero muy fría mañana, el paseo por la siempre ilustre e histórica villa.

La antigua iglesia parroquial de San Pedro Apóstol, -con Nuestra Señora la "Virgen de Árboles", patrona de la Tierra de Alba y una de las "Siete Hermanas" de España y Portugal como fuel testigo-, acogía la misa oficiada por el párroco de la localidad Timoteo Marcos Gamazo, donde los sones musicales de flauta y tamboril los puso el prestigioso folclorista zamorano Luis Antonio Pedraza. Magistral.

Finalizado el acto puramente religioso llegaba uno de los momentos más emotivos con la exaltación a cargo del escultor e imaginero zamorano Ricardo Flecha Barrio, a su vez presidente de la Asociación para la promoción y difusión de la capa parda alistana.

De las 59 participantes, 47 eran alistanas de honras de dicha asociación, con una amplia participación alistana. De Tierra de Alba participaron 12. Entre los participantes alistanos estuvieron los siempre defensores de la capa parda Antolín Román Losada y Tomás Castaño Fernández llegados de Alcañices.

La capa parda alistana de honras y respeto, -testigo antaño de pedidas, casamientos, bodas, entierros y pasiones de Cristo- lucida por el zamorano David Ribera, amigo del propietario, llamó la atención en la jornada de exaltación de Carbajales de Alba por sus aconteceres. La histórica y antiquísima prenda, majestuosa y muy bien conservada, fue vendida por una señora de Sejas de Aliste allá por los años sesenta del siglo XX al viajero terminando en Andalucía. Allí permaneció más de medio siglo durmiendo el sueño de los justos hasta que en 2017 Iosu Alonso, un vasco natural de Zumaia (Guipúzcoa) la vio y la compró en la localidad de Medina Sidonia.

La comida de hermandad y convivencia en "El Mosquito" fue a base de entrantes, alubias blancas con chorizo ibérico y chuleta de ternera de Aliste, preparada por Mariángeles Garzón (Pino del Oro), Israel Arguello (Muelas del Pan) y Luis Sánchez Ledesma (Salamanca).

La música folclórica de los pasacalles corría a cargo y los integrantes de la Asociación de Tamborileros Zamoranos.