Las águedas tomaron ayer las riendas del mando en los pueblos y lo hicieron derrochando alegría, hermanamiento, folclore y buena mesa. En Tierra del Vino caldearon el ambiente con sus cánticos y bailes en los que participaban ataviadas con la indumentaria tradicional del folclore popular de Zamora. En Corrales del Vino, con 98 mujeres, hicieron el vistoso pasacalles hasta la iglesia de Santa María Magdalena donde se oficiaba la misa a la santa. María Alfonsa Junciel, Marisa Victori, María Jesús Ocaña y Marisa Franco eran las encargadas de que el desarrollo del programa fuera el correcto. Organizaron la comida en el teatro municipal y la jornada puso punto final con el baile nocturno.

Moraleja del Vino inició el festejo con la pedida de la miaja. La organización corrió a cargo de seis mayordomas que se despedían en este año de su mandato, Eva, Carmen, Sandra, Teresa, Carmina y Tomasa. En la festividad no faltaron los condumios y los bailes y todas se olvidaron de los trabajos y quehaceres cotidianos.

Las águedas de Fermoselle iniciaron la jornada adueñándose del bastón de mando en el Ayuntamiento. De seguido honraron a la santa con la celebración de una misa y, de nuevo en la calle, se sumieron en bailes y el reparto de los típicos periquillos. Aprovecharon la ocasión para disfrutar de una comida de hermandad y culminaron el día con una cena, con espectáculo, en el restaurante España.