Jabalíes y ciervos han dejado la serranía y los campos, donde la sequía ha dejado sin agua las fuentes y sin pasto las praderas, para buscar alimento en las huertas que se siembran dentro de los pueblos.

Se dan casos como Villarino Manzanas donde se ha tenido que tomar una medida drástica. Los vecinos y las autoridades decidieron sembrar todos en fincas contiguas en el paraje "Los Linares" donde se pueden regar, cediendo parcelas a aquellos que no las tuvieran en dicho lugar. El pueblo adquirió los postes y unas vallas de 2 metros de altura que los propios vecinos colocaron a prestación personal. A ras de suelo las mallas se tuvieron que sujetar con anclajes de hierro para evitar que la fauna salvaje, al no poder saltar por arriba, entrara por debajo.

Los agricultores y ganaderos también están sufriendo graves daños tanto en los sembrados como en las praderas. "El pasado año fue muy malo, con mucha sequía y antes de que pudiera nacer el trigo llegaron los jabalíes y nos removieron todos los sembrados, y la única solución ha sido volver a pasar los rodillos" señala el ganadero y agricultor de Fornillos, Francisco Javier Crespo Belver. A principios del otoño los jabalíes fueron los grandes depredadores de los frutos silvestres. "Este año hubo pocas castañas pero había que recogerlas nada más caer, aprovechar durante el día, porque como las dejaras por la noche la día siguiente no había mi una" señala Florentino Casas de Sarracín con castañares en plena Sierra de la Culebra. jabalíes y ciervos están arrasando en invierno con berzas, escarolas y remolacha.

"Ciervos y jabalíes son una plaga y terminarán por originar algún accidente mortal"

"Sembré las tierras de trigo, las arrasaron y tuve que volver a ararlas"

"Las castañas las recogíamos al caer porque al amanecer ya no hay nada"